El reloj de la computadora marca las tres de la tarde y a través de una plataforma online comienza una conversación que se extenderá durante alrededor de cuarenta minutos. Podría tratarse de una sesión de terapia virtual, pero no, es una entrevista, aunque, actualmente, muchos podrían asociar a la entrevistada con una terapeuta. Es que, ella, Lorena Vega, actriz, directora, dramaturga y docente, con una destacada y ecléctica trayectoria, en el último año ha ingresado, por medio de las pantallas, a los hogares de millones de personas alrededor del mundo. La artista ha interpretado a la psicóloga Fernanda en la exitosa serie Envidiosa (2024-2025), que puede verse en Netflix. En el marco del debut de la segunda temporada de dicha comedia, dialogó con EscribiendoCine sobre su gratificante experiencia.

AL DIVÁN

Si bien la primera temporada de Envidiosa se estrenó en Netflix en septiembre de 2024, y la segunda parte llegó a la plataforma de streaming en febrero de 2025, los 23 capítulos se grabaron en continuado. Es decir, a diferencia de la visualización segmentada por parte del público, para los integrantes del proyecto no hubo un receso entre la filmación de ambas etapas. Desde el primer episodio, la audiencia sigue las vicisitudes de la vida de Vicky (Griselda Siciliani) quien, en silencio, sufre y siente envidia, por diversas personas, ya sean seres queridos o gente que detesta. Y su lamento sale a la luz a través de desopilantes situaciones.  

Más allá de acompañarla en sus desventuras, los espectadores pueden descubrir sus pensamientos y sentimientos más genuinos y privados en el consultorio de Fernanda (Lorena Vega). En cada sesión, Vicky aborda las relaciones con su novio – actual y ex – Dani (Martín Garabal), con su nuevo interés amoroso Matías (Esteban Lamothe), con su ex jefe y fallido vínculo Nicolás (Benjamín Vicuña), con sus hermanas (Pilar Gamboa y Camila Peralta), madre (Susana Pampín), padre (Arturo Puig), con sus amigas (Violeta Urtizberea, Marina Bellati y Bárbara Lombardo), entre otros lazos.

Respecto al sitio en el que se desarrolla la terapia, Lorena expresó: “Ahí hay un trabajo de arte y de ambientación muy fino y preciso. Los elementos que estaban narraban un montón y nos inspiraban a nosotras. Cuando llegué, me sorprendí del volumen del set, de la escala de ese consultorio. Entonces, dije ‘Ok, esto existe. ¡Hay que jugar en esta cancha!’. Algo difícil para mí era que tenía que componer a alguien que ese contexto le resultara lo más natural. No es un mundo, una escala social, que yo habito con el cuerpo. Sí lo puedo conocer por verlo en series y películas, pero no tanto por transitarlo”.

UNA PARTIDA DE AJEDREZ EN ESCENA

Para la construcción de Fernanda, Vega trabajó siguiendo varias líneas, junto con las demás áreas del proyecto, que incluía desde la labor con sus colegas actores y actrices, la creación de Adrián Suar, el guion de Carolina Aguirre y la dirección de Gabriel Medina y Fernanda Heredia, hasta las tareas a cargo de los profesionales de producción, cámara, sonido, maquillaje y vestuario, entre otros rubros.

“Lo que hablábamos era que el consultorio iba a ser uno de los espacios más íntimos porque allí se iba a conocer al personaje de Vicky de otra manera, se iba a ver otro color de ella, sus sombras, sus dudas, que no era la forma en la que se mostraba socialmente, y eso iba a tener un valor de sorpresa, ya que era su lado B. E iba a permitir que también se la pudiera querer mucho frente a lo que generan las travesuras y las cosas más arriesgadas e incorrectas que tiene socialmente. Si bien anecdóticamente iban variando los temas, el asunto de fondo siempre era el mandato, el deber ser y la búsqueda de un lugar propio, de una voz propia, de la identidad”, describió la intérprete.

A continuación, agregó: “Lo textual obviamente era importante y nos iba a organizar, pero también iba a tener mucha importancia lo gestual. Eso a mi personaje lo beneficiaba mucho porque es alguien que tiene momentos para hablar, sin embargo, básicamente escucha. Recuerdo haber decidido que Fernanda iba a ser un personaje más bien minimalista, que no se movería mucho, y lo haría casi como jugando al ajedrez. De hecho, había un ajedrez en la escenografía, eso me terminaba de confirmar un poco algo de eso que había pensado”.

Dos aspectos que son parte de la apariencia de la terapeuta, y que permiten suponer algunas características de su personalidad, son las combinaciones y los tonos de los vestuarios y, a su vez, su peinado, planchado drásticamente. Asimismo, la relación del papel ficticio con la cámara, y su movimiento, también da cuenta de sus acciones. “La cámara es un sujeto. En los momentos donde Fernanda se inclina hacia Vicky son decisiones dramáticas, de sentido, y eso no solo está sostenido por lo que estamos diciendo, sino por cómo la cámara me agarra. Sucede con el micrófono, cuando se está acercando quizás se hace una exhalación más fuerte y eso cuenta que a Fernanda la está cansando lo que Vicky está diciendo. En general, está planeado, a veces sale más intuitivamente. Es una sensación hermosa, es como estar bailando con tus compañeros de cámara y de sonido”, contó la actriz.

Por otro lado, sobre su experiencia junto a Siciliani, resaltó: “Fue fundamental la química con Griselda, fue algo que ella habilitó con mucha generosidad. Teníamos que ser bien opuestas en la composición, y que ella tuviese algo tan definido en cuanto a su hiperquinesia y a su cosa barroca, me permitía tomar una decisión opuesta. Cuando nos conocimos, encontramos similitudes en la forma en que abordamos y entendemos la actuación en términos rítmicos. Entonces, tramábamos mucho cómo jugar ese diálogo, dónde acelerar, dónde frenar, dónde podía entrar una y otra, había mucha sincronía, casi como una danza. Bueno, ella es bailarina, tiene esa herramienta muy disponible, y yo no me considero una bailarina, pero sí una persona que entrenó mucho el cuerpo”.

BAJO TERAPIA

Aunque Lorena no tuvo charlas o referencias específicas con terapeutas para el armado de Fernanda, más allá de asesorarse con todas las áreas artísticas y técnicas del proyecto audiovisual, se trataba de un mundo que ya conocía, habitaba y observaba como paciente desde hacía muchos años; a su vez, tiene amigas psicoanalistas. “Es una disciplina que me gusta, en la que confío. Y es muy importante la salud mental, es un aspecto de nuestra existencia, tengo una valoración por esa tarea”, ponderó.

Luego, estableció un punto de contacto con la labor docente. “Toda mi vida di clases de teatro, ahora hace un tiempo que no por la cantidad de obras de teatro que estoy haciendo. Ser docente te pone la práctica de observar mucho los comportamientos, las subjetividades. Por supuesto, nunca di clases con un enfoque terapéutico, y no es lo que me parece que haya que hacer en una clase de teatro, pero sí se trabaja con personas, y hay un juego. Es una experiencia de observación, de nutrición, de aporte, de indagación, desde la conducción. Creo que eso me ayudó a hacer este personaje”.

Asimismo, la actriz aclaró que, aunque para la serie se tomaron los lineamientos de una terapia más tradicional en términos lacanianos, existen muchas variantes y, además, no se retrata de manera totalmente fiel, debido a que se trata de una ficción, en primer lugar, y de una comedia, en segundo orden. Por lo tanto, esto posibilitaba estirar aún más los bordes elásticos de la historia para jugar con ideas, guiños y situaciones que sí crean un verosímil pero no necesariamente responden a la realidad.

A modo de juego, fuera de la ficción, ante la pregunta de si se imagina siendo paciente de Fernanda, y cómo sería dicha dinámica, respondió: “¡Fernanda existe! Hay gente que me escribe y me dice, ‘No solo sos igual a mi psicoanalista, sino que además se llama Fernanda’ o ‘Yo tengo un psicoanalista hombre que es como Fernanda’. En fin, la verdad es que no sé cómo sería yo como paciente de Fernanda… Un poco porque lo que sucede en una terapia es algo muy inesperado, o quizás al revés, somos tan previsibles y tan bichos de una misma tribu que por eso está la identificación. De alguna manera todas y todos pasamos por esos lugares que pasa Vicky con Fernanda”.

ENTRE CARCAJADAS, DISTINCIONES Y REFLEXIONES

Acompañando el éxito que tuvo la primera temporada en 2024, la segunda parte de Envidiosa se posicionó, a pocos días de su estreno, en el puesto número 1 del Top 10 semanal en Argentina, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay; y en el puesto número 8 del Top 10 de Netflix semanal global para series de habla no inglesa con 3.3 millones de visualizaciones en su primera semana. A su vez, estuvo en el Top 10 semanal de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, El Salvador y Venezuela. Ahora, se encuentra en producción la tercera temporada.

“¡Me sorprendió la escala! Si bien había participado en producciones que se ven en plataformas, es la primera vez que siento este nivel de rebote. Me parece una buena medida pensar la forma en la que Griselda lo lee. Ella, que ya estuvo en un montón de éxitos, me decía, ‘¡Nunca viví algo así!’. El alcance de una plataforma mundial multiplica todo a un nivel que a una se le escapa. Me sigue llamando la atención, y me gusta mucho que haya sido con un material hecho con tanto interés y dedicación, que tiene que ver con la comedia, que se permite zonas muy sensibles y profundas de la emoción, eso es algo muy sanador. Hacer humor es una de las cosas más importantes de la vida, es una manera de pensar el mundo, de alguna manera subvierte el orden de relato, la mirada sobre las cosas. Y hacer reír es muy complejo, más allá de que hay métodos y algunas fórmulas, que no siempre funcan”, compartió Lorena.

Acto seguido, celebró: “La serie generó identificación, diversión, alegría, incluso enojos. Me escribe un montón de gente que me dice, ‘¡Muy severa Fernanda con Vicky!’. Gente que opina que tendría que haber sido de otra manera, y todo eso me fascina y me parece bárbaro, porque habla del nivel de involucración. Lo que más me gusta es cómo generó encuentro y conversación, red e intercambio, hace que nos escuchemos un poco. Si eso puede pasar un rato en el medio del mundo estallado en el que vivimos, me parece que es alentador, es una ventana que se abre, es la sensación de que hay mucha gente despierta”.

Días atrás, por su labor en Envidiosa, la intérprete recibió el Premio Cóndor de Plata a “Mejor actriz de reparto”, entregado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (ACCA). La categoría artística fue compartida con las siguientes nominadas: Katja Alemann (por su trabajo en Cris Miró- Ella), Pilar Gamboa (por Envidiosa) y Soledad Villamil (por Cromañón).

“Lo recibo como un honor, se trata del Cóndor, un premio histórico en relación al audiovisual. En la categoría había actrices de nuestra primera línea, todas amigas y personas que admiro, con las que tuve vínculo laboral en algún momento y afectivo. La verdad es que era para cualquiera de las cuatro, me tocó a mí, y lo comparto con ellas. Después, cuando llega el premio, se arma un pequeño momento íntimo de reflexión respecto de qué quiere decir, en qué momento estás, una sensación de acompañamiento, de impulso para continuar. Una continuaría igual porque está en la supervivencia seguir haciendo. Pero mueve un poco los afectos y los vínculos, aparece la gente a apoyar, a saludar, a festejar, algunos intercambios y mensajes de amor que están buenísimos. Todo eso es nutrición, y pasará, bajará la espuma, sin embargo, quedará en algún lugar la huella, y está bueno para, luego, continuar”, agradeció.

UNA VIDA ATRAVESADA POR EL ARTE

La trayectoria artística de Lorena incluye diversas propuestas audiovisuales y escénicas. Durante nueve años formó parte de la Compañía Grupo Sanguíneo, con la cual llevó a cabo las obras Capítulo XV, Afuera y Kualalumpur. En su camino, se destacan decenas de obras teatrales, donde cumplió distintos roles, entre ellas aparecen: Imprenteros, Salomé de chacra, Hacia donde caen las cosas, El pasado es un animal grotesco, Amor a tiros, Colega de nadie, Reflejos, Las Cautivas, La vida Extraordinaria, Yo, Encarnación Ezcurra, Monoambiente, Precoz, Testosterona, Cancionero Rojo y Cabaret Lagarce.

En cine, participó de títulos como La Paz, La Corporación, Hermanos de sangre, La memoria del muerto, María y el hombre araña, Juan y Eva, Malón, El Año del León, El Bosque de los Perros, Veinte Centímetros Cúbicos, Un Bosque en Silencio, Norma, Las hermanas Fantásticas, entre otros filmes. En televisión y plataformas de streaming formó parte de proyectos como La Pelu, Sos mi hombre, Maltratadas, Las dos vidas de Solange, Un año para recordar, Entre Horas, Mujeres de nadie, Los internacionales, El fin del amor y El Reino.

“Me maravilla lo que puede generar una pieza artística, cómo es capaz de cambiar el estado de ánimo de un día, hasta quizás cambiar el destino de una vida. En lo personal, encontrarme con la actuación, con el arte, con el teatro y con el cine fue, y es, el sentido de mi vida. Y sé que se puede tener vínculo con eso desde muchos lugares, no necesariamente haciéndolo, sino siendo espectadora y consumidora de eso. Por ejemplo, yo pertenezco al Club Paraíso, que es de artes escénicas. Allí, los socios y las socias pagan una cuota para que los artistas generen obra. Ahí el rol del espectador y la espectadora es central, son quienes bancan, apuestan y apoyan que se siga produciendo obra, con el riesgo de que a veces van a salir bien, otras mal, más acabadas, o menos, pero se está generando, y eso nos arma red, conversación”, expuso Vega.

Por último, añadió: “Es muy interesante seguir con esos espacios de creación, que pueden generar una alternativa a la forma en la que estamos en este momento en particular, que es muy crudo con muchos sectores. Hay sectores que están siendo atacados, dañados y estigmatizados”.

TOMAR NOTA

  • Las Cautivas: domingos 23 de marzo, 13, 20 y 27 de abril, a las 18, en el Teatro Metropolitan.
  • La Vida Extraordinaria: domingo 11 de mayo, a las 20.45, martes 13 de mayo y miércoles 14 de mayo, a las 20, en el Teatro El Picadero.
  • Precoz: lunes 31 de marzo, 7, 14 y 21 de abril, a las 20.30, en Timbre 4.
  • Civilización: viernes 21 y 28 de marzo, 4 y 11 de abril, a las 20, en Dumont 4040.
  • Testosterona: jueves 10 de abril a las 20 en el Teatro El Picadero.
  • Imprenteros: miércoles 7 de mayo en CCK Konex.