Sevilla se ha vestido de gala gracias a los Medinaceli. Sol de Medina Orleans-Braganza, Condesa de Ampurias y primogénita de los duques de Segorbe, se ha casado hoy con el empresario Pedro Domínguez-Manjón Toro. El lugar de la unión ha sido la iglesia de San Esteban, ubicada en el casco histórico sevillano, concretamente en el barrio de San Bartolomé. La celebración del enlace ha tenido sitio en la histórica Casa de Pilatos, donde hemos podido vislumbrar
rostros muy conocidos.
Cabe destacar que entre los invitados se encontraban Isabel Preysler con un precioso estilismo rosa — el color favorito de la reina Letizia — que realzaba su figura mediante un drapeado lateral y una falda asimetría, un diseño firmado por 2nd Skin Co. Además de la reina de corazones, ha destacado la presencia del Alfonso Diez, viudo de la duquesa de Alba, Beatriz de Orleans, Carmen Tello y el torero Curro Romero, entre otros.
El original vestido ‘made in Spain’ de Sol de Medina
Bajo el brazo de su padre y como padrino de la ceremonia, ha llegado a la iglesia sevillana. Sin duda alguna, Sol de Medina ha sorprendido a todos los asistentes con un estilismo nupcial muy peculiar, pero que ha causado sensación en la capital castiza andaluza. La novia ha lucido un diseño exclusivo de Victorio & Lucchino, de color champán, con escote redondo y en organza de seda natural. Cabe destacar que también cuenta con un tejido de gasa que crea un efecto drapeada. Uno de los detalles más emotivos, ha sido el bordado del sol, en honor a su padre.
El estilismo sigue fielmente una de las tendencias que más gustan entre las novias: regencycore. Un estilo que la serie de TV de ‘Los Bridgerton’ puso de de nuevo en el mapa. Sobre todo, por su carácter romántico que nos traslada a aquellos bailes imperiales en la corte donde la búsqueda de marido era el principal objetivo. Por este motivo, no nos extraña que Sol de Medina le haya pedido a sus diseñadores de confianza
, José Víctor y Jose Luis.
Aunque más allá de los vestidos de corte imperio, las plumas y las tiaras, consideradas estas últimas una de las piezas más especiales de las royals, como es el caso de la tiara floral de doña Letizia. La hija de los duque de Segorbe se ha decantado por utilizar
la tiara de de diamantes y perlas de la familia Medinaceli, que también lucieron Laura Vecino, duquesa de Feria con Rafa de Medina, y María de Prado, duquesa de Tarifa, en sus respectivos enlaces.
Otro de los detalles que han conseguido que Sol de Medina brille en su día, ha sido
la gran cola de dos o tres metros. Incluso, ha querido complementarla con una
mantilla bordada a juego con su vestido de novia y confeccionada en puntilla antigua. También, ha lucido con guantes de ópera que aportan esa elegancia clásica a cualquier look nupcial.
Sin duda alguna, Sol de Medina ha convertido Sevilla en la espectadora principal (y radiante) del «sí, quiero» con su esposo Pedro Domínguez-Manjón con un estilismo digno de la aristocracia española. No obstante, ha habido una gran expectación sobre la aparición estelar de Rafael de Medina y su mujer que no han acudido a la celebración de su prima. Un enlace que ha sido festejado en Casa Pilatos, el lugar palaciego más importante para los Medinaceli.
