Elena Romero Vargas

Si alguna vez has sufrido problemas de estómago, posiblemente lo primero que hayas eliminado de tu dieta son esos alimentos ricos en fibra. La fibra es un componente presente en alimentos como las legumbres, la fruta y la verdura que el cuerpo no es capaz de digerir, y que por tanto favorecen las deposiciones y te hacen sentir saciada.

Cuando se padece del sistema digestivo, la fibra es lo primero que se elimina para regular el funcionamiento de los intestinos y reduce la hinchazón. Antes de una intervención de estómago o ante enfermedades que atacan directamente a esta parte del cuerpo esta dieta es la más popular, pero no solo sirve para ello.

En las dietas bajas en fibra se restringen alimentos como los granos, especialmente los integrales, las frutas y verduras con semillas, los alimentos que causen gases como las coles, el brócoli o las legumbres y, en general, la mayoría de vegetales y legumbres. Estos grupos de alimento son los más ricos en fibra, y también los más recomendados en caso de estreñimiento u obstrucción intestinal.

Otros alimentos como la leche o el yogur también pueden ser eliminados de estas dietas porque, aunque no sean como tal una fuente de fibra, su efecto es similar al de los alimentos ricos en ella. A la hora de llevar a cabo esta dieta es fundamental que pases por manos de un profesional de la salud, pues la tolerancia varía según las necesidades de cada persona, y para que su resultado sea saludable debes conocer qué necesita en realidad tu cuerpo.

Alimentos ricos en fibra/PEXELS

Alimentos permitidos en la dieta baja en fibra

Como esta dieta consiste en
restringir el consumo de grupos de alimentos que, si no fuera por estos inconvenientes, aportan grandes beneficios al cuerpo, es necesario complementarlo con otros ricos en
vitaminas y minerales. En el caso de someterte a alguna intervención o padecer alguna enfermedad en el aparato digestivo es habitual que se empiece por dietas líquidas para, poco a poco, ir introduciendo alimentos bajos en fibra.

La carne roja, los huevos, el pescado o el pan blanco son algunas de las recomendaciones más frecuentes. También se puede tomar fruta y verdura en conserva, eso sí, que no tengan
ni piel ni semillas. Los zumos de fruta sin pulpa también pueden ser beneficiosos. En cualquier caso, y como suele estar ligado a patologías previas, es mejor que no tomes decisiones por tu cuenta y te dejes guiar por un profesional.

Beneficios de la dieta baja en fibra

La principal ventaja de la dieta baja en fibra es que mejora el funcionamiento de los intestinos. Al limitar el consumo de fibra a no más de 25 gramos al día el volumen de las heces disminuye y hace mucho más sencilla la deposición. Además, retrasa el tránsito intestinal, por lo que es perfecta para reducir la hinchazón y mejorar el bienestar estomacal.

Desayuno rico en fibra/PEXELS

Gracias a ello, las situaciones más frecuentes en la que se aplica esta dieta es en los post operatorios en los que la fibra debe incluirse poco a poco para no provocar un exceso de residuos, ya que, al no digerirse de forma natural, la fibra se va con las heces. Si padeces enfermedades como diverticulitis, colon irritable o inflamación intestinal, esta dieta también es muy beneficiosa para ti.

Inconvenientes de la dieta baja en fibra

La fibra es un componente fundamental para el correcto desarrollo de un cuerpo sano, por eso, si no padeces de ninguna de las afecciones que hemos comentado, no es recomendable que te sumes a ella. Uno de los riesgos es caer en el estreñimiento o la obstrucción intestinal por resultado adverso al buscado.

Por eso, evita iniciarte en este plan por tu cuenta y, si crees que podría beneficiarte restringir la fibra de tu alimentación para mejorar tu bienestar, acude a un experto que te asesore, estudie y recomiende la mejor forma de ponerte manos a la obra con ello.