Todos los males de San Lorenzo se profundizaron ante una nueva frustración. Defensa y Justicia lo superó por 2-0 en la cancha de Banfield y lo dejó afuera de la Copa Argentina muy pronto, en 16avos de final. Diego Dabove puso lo mejor, pero sigue sin encontrar el rumbo. Ahora lo sostiene solamente el pulso en la LIbertadores. Los de Varela justificaron el triunfo en la primera parte y ahora esperan por Independiente o Tigre en octavos.

Tuvo la intención de mostrar otra cara San Lorenzo. Pero ese ímpetu le duró el tiempo que Defensa se decidió a adueñarse la pelota. Fueron los primeros 15 minutos en los que el Halcón esperó, agazapado, y los azulgranas toquetearon la pelota con alguna que otra llegada esperanzadora para lo poco que venía produciendo el conjunto dirigido por Dabove.

Lo tuvo Ángel Romero en el borde del área chica tras un remate defectuoso de Andrés Herrera, pero el tiro de primera del paraguayo se fue por arriba. Hubo alguna trepada de Bruno Pittón por la izquierda, algún remate sin destino de arco de Jalil Elías… Y de pronto, San Lorenzo se apagó y se encendió su rival.

Como un ajedrecista que se toma su tiempo para analizar la jugada, los de Florencio Varela vieron la movida sobre el paño, abandonaron la postura pasiva y pasaron a dominar cuando quisieron, sin problemas ni objeciones de San Lorenzo.

Toques entre líneas, amplitud, aprovechamiento de las bandas y de los callejones internos, Defensa desplegó todo el libreto de Beccacece y lo utilizó a la perfección. Y así llegó el gol.

Adriel Breitenbruch metió un buen balón para Francisco Pizzini, que le ganó a Diego Braghieri y tiró el centro. En vez de rechazar de primera, Elías intentó controlarla primero, pero la perdió ante la presión de Enzo Fernández en la medialuna. Walter Bou disparó, rebotó en Braghieri y Marcelo Benítez entró con todo para sacar un zurdazo de tres dedos que se desvió en Alejandro Donatti y descolocó a Devecchi.

El arquero azul y rojo salvó a su equipo del segundo tapando un remate de Fernández. El Ciclón, aturdido, quedó en un limbo futbolístico: no presionaba arriba ni se defendía con solidez. Y deambulaba de un lado al otro atrás de la pelota, que circulaba al ritmo de Defensa.

Pero el cuadro bonaerense no aprovechó ese lapso de supremacía absoluta. Dabove movió el banco con un par de cambios y equilibró la balanza del juego. Mandó a dos delanteros más como Uvita Fernández y Franco Troyansky para acompañar a Di Santo, por Romero y Juan Ramírez, y soltó a Elías.

Igualmente, el vértigo se lo dieron las subidas de Herrera y las arremetidas de Julián Palacios por al derecha. El lateral tuvo un zurdazo desactivado por Unsain. Pero el premio se lo quedó Defensa, que en el final clavó el segundo de contraataque gracias a la corrida de Miguel Merentiel y se ganó los pasajes para la siguiente ronda.