Banfield tiene dos volantes con gran presente y con un futuro prometedor, que podría encontrar una escala importante en la Selección de Argentina. Se habla de Martín Payero, ese mediocampista talentoso que hace jugar al Taladro, y de Giuliano Galoppo, un corredor incansable, no tan lúcido como Payero, pero que llega al gol con asombrosa facilidad. Galoppo volvió a convertir en el 2-0 del equipo de Javier Sanguinetti contra Atlético Güemes de Santiago del Estero, por los 32avos de final de la Copa Argentina, y Payero fue elegido como la figura del encuentro.

No subestimó el duelo el Archu y puso en cancha a la mayoría de los titulares. Por eso ganó con autoridad Banfield, con un gol de Luciano Pons (de cabeza) en la primera parte y el restante de Galoppo, a los 9 minutos de la etapa complementaria.

La lupa se podrá en Galoppo: anotó su quinto gol en los 8 partidos que disputó este año. En su corta carrera suma 9 festejos en 25 duelos. El promedio es bestial para un volante interior: un gritó cada 2,7 juegos. Ante Güemes volvió a demostrar que se siente cómodo pisando el área rival: capturó un rebote por el centro y definió fuerte de derecha para vencer a Juan Mendonca, que poco pudo hacer porque la pelota tuvo un leve desvío en el camino al arco.

Y Payero es un enganche jugando de interior por derecha. Ese es el puesto que le encontró Sanguinetti y ahí brilla. Tiene despliegue y mucha inteligencia para moverse y manejar los tiempos del juego. Además, algo importante hoy por hoy: un físico importante. La pegada es otra de sus virtudes: de su pie derecho nació el centro que culminó con el gol de cabeza de Pons.

Ganó Banfield y sigue en pie en la Copa Argentina: enfrentará a Deportivo Madryn en la próxima ronda. Juega bien el elenco que comanda Sanguinetti porque, entre varias virtudes, tiene dos volantes que cada vez rinden mejor.