Tres derrotas consecutivas, con siete goles en contra y ninguno a favor. Una dura eliminación en tercera ronda de la FA Cup frente a un equipo de cuarto división. A esa racha necesitaba ponerle punto final el Leeds de Marcelo Bielsa. Y lo consiguió con un buen triunfo de visitante ante Newcastle en el arranque de la vigésima fecha de la Premier League.

Los primeros tres puntos de 2021 llegaron con el combo completo que suele acompañar un partido del equipo del Loco. Con tramos de ataques precisos y buenas combinaciones colectivas, con la intención de salir a plantarse en campo contrario e imponer condiciones desde el primer minuto, con dos golazos pero también con desacoples defensivos infantiles y la sensación de fragilidad siempre latente.

Lo mejor de Leeds se vio en la primera media hora de juego, pese a que de arranque, a los 10 minutos, sufrió la lesión de Diego Llorente, el defensor español que llegó como refuerzo en septiembre del año pasado pero que no logra hacer pie por reiterados problemas físicos.

Supo mantener la iniciativa el conjunto de Bielsa y se puso en ventaja con un golazo de Raphinha, que cada vez toma mayor protagonismo. Fue una jugada made in Bielsa: con presión ofensiva y ataque inmediato. Agarró a su rival lanzado en ataque y sin recaudos en defensa. Patrick Bamford condujo hasta el borde del área, abrió a la derecha para la llegada de Rodrigo Moreno, que levantó la cabeza, esperó el momento justo y tocó al punto del penal para la llegada del brasileño que la acomodó contra el palo derecho para el 1-0.

Pero la ventaja no sirvió para que el Leeds manejara con más tranquilidad el partido. Nunca logró brillo, no supo golpear en ataque y con el correr de los minutos empezó a sufrir.

Así cuando a los 12 minutos del segundo tiempo Miguel Almirón aprovechó un error en la salida del equipo de Bielsa, se filtró por el corazón del área y definió ante la salida de Illan Meslier la historia parecía repetirse para el Leeds.

Pero esta vez el tropezón quedó en eso. Porque Newcastle llegaba con facilidad hasta tres cuartos pero fallaba en el toque final: Meslier tuvo buenas intervenciones en la recta final. Y porque en otra acción con jerarquía individual logró maquillar las falencias que siguen apareciendo a nivel colectivo.

Otra vez Raphinha fue clave. Comandó el ataque de derecha al medio y fue buscando con la cabeza levantada la mejor opción. Y fue la que propuso Jack Harrison, con su habitual proyección por la izquierda. El mediocampista inglés no dudó y sacó un zurdazo precioso con cara externa para cruzar la pelota y clavarla contra el palo. Otro golazo, otra acción aislada que funcionaba como un necesario alivio para los del Loco.

Sufrió, no convenció, pero logró sumar de a tres. Dejar atrás la mala racha, conseguir la primera victoria del año para enderezar el rumbo y así mantener cierta serenidad en mitad de tabla: en 20 jornadas, Leeds suma 26 puntos, está a ocho de los puestos de clasificación a copas europeas y se aleja de la zona roja, esa a la que le teme el Newcastle que con la derrota está 16°, a un par de puestos de los de descenso.