Lo mejor de París ahora mismo a un precio asequible: un cuadro prohibido, un hotel con planes secretos y un restaurante histórico en Montmartre

Escaparte a París siempre es una buena idea, un refugio para la mente y un espectáculo para tus ojos, que también tienen que viajar, como decía Diana Vreeland. La excusa puede ser imitar a Emily in Paris o plantarte ante el cuadro más escandaloso de la historia, con permiso de Gustave Courbet y su Origen del mundo. Y descubrir todos los secretos de un pintor que pagó su atrevimiento con un descenso a los infiernos y un exilio autoimpuesto, aunque se erigió en el retratista de los ricos y poderosos a ambos lados del océano.

Ambas obras maestras, la genitalia de Courbet y la controvertida Madame X de John Singer Sargent, conviven ahora en el mismo espacio, el Museo de Orsay. La restrospectiva de Jonh Singer Sargent, Eblouir Paris trae a la ciudad que le vio triunfar y caer las obras maestras definitivas del pintor norteamericano expatriado en Europa.

Si te dejas llevar por el hilo argumental, veras mucho más allá de la información de los paneles: conocerás a mujeres fascinantes, niños ricos enfadados y a un ginecólogo guapísimo en bata de casa de terciopelo rojo que parece a punto de desnudarse ante ti. Peor también descubrirás paisajes mágicos de España y el norte de África que solo un alma inquieta como la de Singer Sargent supo captar a finales el siglo XIX.

Y sí, asistirás al camino incierto de su caída en desgracia. En su obra maestra, la Madame X, su amiga Virginie Gautreau, en actitud desafiante, dejaba resbalar por el hombro el tirante de su atrevido vestido de noche. Ni él ni la socialité se recuperaron del profundo escándalo que ese pequeño detalle sin importancia provocó en la sociedad parisina del momento. Presentada en el Salón de París de 1884, la pintura causó tal revuelo, que el propio artista repintó el famoso tirante a toda velocidad para recolocarlo en su sitio. Su arrepentimiento interior lo llevó a tratar de hacer una copia con el planteamiento original, que también se puede ver en la exposición de Museo de Orsay. Pero no llegó a terminarla.

Cómo llegar a París: vuelos cómodos y muy asequibles

Transavia es la línea aérea low cost de Air France y KLM, y ofrece viajes directos a París desde 29 euros por trayecto con salida desde varios Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante y Valencia. En Madrid Transavia sale de la T2 y a París llega a la modernísima Orly 3, con conexión directa con la novísima Línea 14 del metro de París (se inauguró en los Juegos Olímipicos de 2024) que te lleva al centro de la ciudad en apenas 30 minutos.

Pero Transavia tiene un planteamiento del viaje low cost que se aleja tangencialmente de lo que has conocido hasta ahora. Para empezar, pone la experiencia del viaje en el centro de su propuesta. Asientos cómodos que puedes elegir desde el momento que compras el billete y varias opciones igual de asequibles para viajar con tu equipaje, sea del tamaño que sea.

Pero, sobre todo una flota de aviones modernísima en la que prima la comodidad sostenible para reducir al máximo la huella de carbono sin desmerecer en experiencia de alto nivel. ¿Un detalle que a los demás se les pasa por alto? La comodidad sonora del trayecto: sus aviones Airbus Neo A320 y A31 cuentan con motores mucho más silenciosos que los habituales y lo vas a notar, y mucho, durante el viaje. Se te va a pasar volando.

Dónde dormir: un hotel precioso en los Campos Elíseos

Recién inaugurado tras una renovación exhaustiva NH Collection Paris Ponthie Champs Elysées ha convertido dos edificios interconectados en un hotel de lujo con pasado español y presente elegantísimo en el centro de París. Está apenas a un minuto exacto caminado de la intersección más fashion de la ciudad, el cruce de la Avenida Montiagne, George V y los Campos Elíseos, epicentro de la Alta Costura y las compras más divinas de la ciudad. Perfumerías legendarias, firmas francesas de esencia parisina, macarons de colores, galerías cubiertas de esencia parisina… Lo tienes todo a un paso.

Como el distrito en el que se ubica, NH Collection Ponthie Champs Elysées se ha vestido de elegancia en todas sus habitaciones, decoradas con un gusto exquisito al más puro estilo francés contemporáneo: gamas de colores neutros relajantes, camas comodísmas de las que cuesta levantarse, cafetera ultramoderna a tu disposición y ventanales que bañan el espacio en luz natural. También tiene gimnasio y cuenta con una biblioteca de libros maravillosos en el lounge que puedes llevarte para leer en la habitación, un detalle que se agradece cuando viajas ligero de equipaje, pero echas de menos la lectura antes de dormir.

El hotel también se toma muy en serio su oferta gastronómica con L’Angle des Champs, un néo-bistrot con mucha personalidad que une la elegancia de la cocina francesa con la cultura española del tapeo que reinterpreta los clásicos parisinos con un respeto absoluto por el producto en un ambiente moderno y acogedor. Pero si buscas una forma distinta de descubrir París, el propio hotel te ofrece experiencias originales que ellos se encargan de programar para ti, como recorrer la ciudad en un Citröen DS original de 1972 con chófer a tu disposición para vivir París a otro ritmo.

Dónde comer: un restaurante mítico de los 80

Lo que en los años 80 nació como el refugio predilecto de los tiburones de las finanzas y los magnates de la prensa, se ha reinventado hoy de la mano de Fitz Group sin perder nada de su magnetismo. Hollywood Savoy sigue siendo un restaurante imprescindible del elegante barrio de la Bourse donde los pioneros de la tecnología y las mentes creativas del Silicon Sentier se mezclan para ver y dejarse ver.

Roudy Petersen revive en el Hollywood Savoy la esencia de los 80, combinando la precisión técnica de la escuela de Robuchon con un toque contemporáneo. La propuesta se centra en clásicos bien ejecutados: destacan el salmón con yuzu y el lenguado a la grenobloise, este último finalizado frente al cliente para mantener vivo el protocolo de las grandes cenas de aquellos años vibrantes en los que se reinventa al cocina francesa.

Dónde cenar: un bistró con historia a los pies de Montmartre

Fue lugar de encuentro emblemático del París artístico de la Belle Époque y ha conservado tanto su leyenda como un interior que te transporta a esos tiempos sin cerrar los ojos. Le Bon Bock es el bistró más antiguo del barrio de Montmartre y, además de conservar la magia de otros tiempos y un piano bar al fondo, ofrece un menú a la altura de sus antiguos habituales, de Picasso a Van Gogh.

Diseñado por sus dos atrevidos dueños, Benjamin Moréel and Christopher Prêchez no se olvida de los clásicos en los entrantes: huevos con mayonesa y ralladura de botarga, caracoles, ancas de rana, pâté en croûte de ave y foie gras. Pero tampoco en los segundos contundentes (magret de pato con salsa Suzette, carrilleras de ternera a fuego lento con vino tinto sobre pasta coquillettes) ni en los postres tradicionales, con un baba au rhum impresionante y una crème brûlée a la vainilla de Bourbon.

Su dirección: 2 Rue Dancourt, 75018 París

Qué hacer: un taller de upcycling muy fashion

Además de las visitas obligatorias, como el reencuentro con la rehabilitada Notre Dame, París ofrece alternativas al turismo tradicional que permiten vivir en primer persona su trayectoria como capital de la moda. Experiencias originales con artesanos de primer nivel es lo que te propone Wecandoo, la plataforma para reservar talleres que puedes realizar en lugares insospechados.

Con su más de 8.000 propuestas activos, puedes aprender a transformar una cazadora vaquera de segunda mano en una pieza única con un toque de Yves Saint Laurent o Christian Dior. A conseguirlo te puede ayudar, entre otros muchos profesionales e la moda que puedes elegir en Wecandoo, de Marie Marquet, de la firma MiniMeParis, graduada en la Chambre Syndicale de París y creadora de alguno de los looks más curiosos que ha llevado la mismísima Lady Gaga.

Qué souvenirs te tienes que traer de París

Olvídate de imanes y torres Eiffel en miniatura. Para que el hechizo de la ciudad no se rompa al aterrizar de vuelta, nada como meter en la maleta un pedacito del lujo cotidiano parisino. Si buscas algo dulce y legendario, los macarons de Ladurée son una parada obligatoria. No te conformes con su mítica caja verde, atrévete con las ediciones limitadas en colaboración con artistas y firmas de moda.

Para los que prefieren la artesanía con nombre propio, las agendas personalizadas de Louise Carmen son el tesoro. Si tienes tiempo, programa una cita personal para que te ayuden a elegir todo lo que necesitas para crear paso a paso uno de sus cuadernos de piel personalizados. Y si quieres algo que combine el sentido del humor francés con la estética japonesa, los bolsos de organza de Brigitte Tanaka son la última obsesión en la ciudad. Sus bolsas de tela que imitan los objetos cotidianos de una épicerie o una farmacia son el accesorio de upcycling más chic para elevar cualquier look diario.

TAMBIÉN TE INTERESA