
viernes 15 de agosto de 2025
Alien: Earth (2025) se aleja del terror espacial para redefinir el universo del xenomorfo en la televisión. Tras años de intentos fallidos por revitalizar la saga de Alien —desde la época de Alien 3 (1992) de David Fincher, pasando por Jean-Pierre Jeunet, hasta las recientes producciones de gran presupuesto con el respaldo de Ridley Scott—, el universo de la criatura más letal del cine aterriza ahora en la televisión. Bajo la dirección de Noah Hawley, conocido por la serie Fargo (2014), Alien: Earth propone un enfoque tan renovado como arriesgado.
Los primeros episodios nos sumergen en una trama que introduce a una nueva corporación, Prodigy, que compite con la ya conocida Weyland-Yutani. La historia se centra en Wendy (interpretada por Sydney Chandler), una joven gravemente enferma cuyo destino cambia al ser transferida al cuerpo de un sintético con habilidades sobrehumanas. Todo esto se desarrolla en una Tierra del futuro, con conflictos familiares que buscan dar mayor profundidad a la narrativa. El punto de inflexión llega cuando una nave con los icónicos xenomorfos se estrella en el corazón de una ciudad.
A pesar de sus esfuerzos por innovar, la serie no logra evitar los clichés. Los escenarios y sustos son predecibles, y la trama toma prestados elementos de otras producciones de ciencia ficción. Hay claras influencias de los nigromantes de Riddick (2013), algunos conceptos de la serie Black Mirror y hasta recuerda a la estética de El Quinto Elemento (The Fifth Element, 1997) de Luc Besson, aunque todo con una atmósfera oscurecida y pesimista.
Alien: Earth es un intento audaz de Hawley para dar un nuevo rumbo a la saga. Si bien se aleja de la fórmula de terror espacial, se arriesga a diluir su identidad al fusionar elementos de diversas obras. Solo el tiempo dirá si este es el camino correcto para revivir el legado de una de las franquicias más icónicas del género.