Hay destinos que se popularizan gracias a los rostros conocidos que lo frecuentan. Si Grace Kelly fue la encargada de elevar el estatus de Mónaco o Ava Gardner de poner en el mapa este precioso pueblo de la Costa Brava, Saint Tropez le debe su fama actual a la actriz Brigitte Bardot, que falleció el pasado 28 de diciembre a los 91 años en esta misma región francesa.
El idilio de la musa del cine francés con Saint Tropez se remonta a 1956, cuando rodó en esta pintoresca localidad de la Costa Azul una de sus películas más famosas, Y Dios… creó a la mujer. Por aquel entonces Saint Tropez no era más que un encantador pueblo de pescadores que reflejaba a la perfección la esencia mediterránea del sur de Francia, con sus calles pintorescas y su aire tranquilo y relajado.
Fue este encanto natural y la belleza conjugada con la paz lo que conquistó a Bardot, quien dos años más tarde se hizo con una villa en la localidad que primero fue su residencia de vacaciones y, tras retirarse del mundo de la actuación, su vivienda princial. La Madrague, que así se llama esta casa, es una construcción del siglo XVI a la que Brigitte Bardot dotó de personalidad hasta convertirla en todo un icono de la arquitectura pop con una finalidad muy clara: ser un santuario para el disfrute donde la naturaleza más salvaje tiene todo el protagonismo. Hoy es uno de los mayores atractivos turísticos de la zona.
Brigitte Bardot en La Madrague, su residencia en Saint Tropez
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Aunque lo que enamoró a Brigitte Bardot de Saint Tropez fue su tranquilidad y la privacidad que este pueblo francés le brindaba – y que ella se encargó de reforzar construyéndose una playa privada en La Madrague -, el éxito de la película que se rodó aquí y el hecho de que ella misma se vinculase tanto con la localidad hicieron de este pequeño pueblo pesquero uno de los destinos más populares y lujosos. Tanto es así que, en la actualidad, Saint Tropez es la parada favorita de muchas celebrities que son un reclamo más para el turismo.
A pesar de estar a años luz de ese pueblo tranquilo y casi desconocido que robó el corazón de esta actriz, cantante y amante empedernida de los animales, Saint Tropez sigue conservando esa esencia tan única y una belleza de lo más singular que invita a acercarse a conocerlo. Y es que, más allá del estrecho vínculo que guarda con la cultura pop de las últimas décadas, este enclave de la Costa Azul es una de esas paradas que merece la pena hacer si lo que buscas es una escapada de esas que invitan a romantizar tus vacaciones.
Saint Tropez, Francia
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Enclaves con encanto en Saint Tropez
El lugar más representativo de Saint Tropez y donde mejor confluyen lujo y tradición es, sin duda, su puerto. Es habitual encontrarse el puerto de Saint Tropez repleto de yates y embarcaciones de alto standing que decoran su costa y que ofrecen una estampa de lo más peculiar a todo el que pasea por el muelle. El paisaje resalta aún más gracias a las fachadas en tonos pastel que hacen de telón de fondo y que mantienen vivo el recuerdo del pueblo de pescadores que fue.
Uno de los puntos favorables de Saint Tropez es que puedes ir caminando a todos los lugares que merece la pena visitar. Uno de ellos está a tan solo diez minutos a pie desde el puerto y es parada obligatoria para todo aquel que quiera acercarse más a la historia marinera de la región. Se trata de la Citadelle de Saint Tropez, una fortaleza construida en el siglo XVII que hoy es la sede del Museo Marítimo. Este museo se encuentra en las mazmorras de la Citadelle y recoge en él un compendio de los más de cinco siglos que lleva el mundo marítimo siendo emblema de Saint Tropez.
Casco antiguo de Saint Tropez, Francia
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Más allá del mar y todo lo que se ha construido entorno a éste, Saint Tropez también presume de tener un precioso casco antiguo con edificios tan especiales como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Fue construida en el centro del pueblo en el siglo XVI sobre los restos de una iglesia anterior que se remontaba al siglo XI. De estilo barroco, esta construcción destaca por la fachada de caliza blanca que contrasta con el campanario en tonos ocres y rojizos que le dan un aire aún más característico y encantador a este pueblo.
Para los amantes del arte, la historia y los datos curioso, Saint Tropez ofrece una selección de museos para todos los gustos. Entre los más especiales se encuentra la Maison des Papillons, un museo dedicado a las mariposas que se exhiben como si fueran obras de arte. El Musée de la Gendarmerie et du Cinéma fue uno de los escenarios donde se rodó la icónica película protagonizada por Brigitte Bardot, lo que ya hace de él uno de los puntos más atractivos de Saint Tropez, aunque también merece la pena visitar su interior que expone un recorrido por la historia de la gendarmería de Saint-Tropez.












