En diálogo con Canal E, el economista Eduardo Jacobs aseguró que la mejora de los activos argentinos refleja un cambio de expectativas de cara a 2026 y una señal de mayor normalización económica.

La suba de hasta 3% de las acciones argentinas en Wall Street volvió a encender el optimismo en los mercados financieros. Para Jacobs, este movimiento no es casual. “Indudablemente la Argentina, ya con las proyecciones que hay para 2026, está rompiendo con nuestra fatídica tendencia al stop and go”, afirmó, al explicar que el país comienza a dejar atrás décadas de ciclos de crecimiento interrumpidos.

El economista destacó que, pese a los pronósticos negativos, “2025 se va a cerrar con un crecimiento entre el 4,5% y el 5%”, y que las proyecciones privadas y del FMI anticipan un escenario similar para 2026. “Sería la primera vez en casi 19 años que crecemos dos años seguidos”, subrayó, lo que constituye una señal clave para los inversores.

Según Jacobs, la aprobación del Presupuesto 2026 por amplia mayoría en el Congreso fue un punto de inflexión. “Fue una señal muy fuerte, muy interesante que los mercados supieron leer bien”, sostuvo, en contraste con el cierre de 2025, marcado por tensiones institucionales y vetos cruzados. En este nuevo escenario, agregó, “la economía argentina está muy barata en términos de acciones y bonos”, lo que impulsa un proceso de “catch-up” financiero.

Macro ordenada, micro en recuperación

Consultado sobre la percepción de que la macroeconomía mejora más rápido que la situación cotidiana, Jacobs fue categórico: “La macro y la micro son lo mismo”. Si bien reconoció que “no a todos los 47 millones de argentinos les va bien”, recordó que el país arrastra “40 años de crisis y desastre”, con altos niveles de pobreza que no se revierten de un día para otro.

Para el economista, lo central es mirar los datos. “No hay sensaciones, hay datos, y los datos dicen que las cosas están mejorando”, afirmó. En esa línea, explicó que el programa económico se apoya en un pilar clave: “El corazón del modelo es el superávit fiscal”, condición necesaria para sostener la relación con el FMI y los mercados internacionales.

Reservas, deuda y credibilidad financiera

Uno de los principales reclamos del Fondo Monetario Internacional es la acumulación de reservas. Jacobs defendió la estrategia oficial al señalar que “este gobierno ha comprado reservas como ningún otro”, aunque aclaró que “no las pudo mantener porque tiene que pagar vencimientos”. Para él, cumplir con las obligaciones financieras es una fortaleza del modelo actual: “Se pagan todos los vencimientos”.

Además, remarcó que “no hay un problema de deuda”, ya que “la deuda externa argentina es extremadamente baja” en comparación internacional. El verdadero desafío, explicó, es tener que pagar capital e intereses sin poder refinanciar totalmente esos compromisos, algo que limita la acumulación de reservas.

De cara a 2026, Jacobs se mostró confiado en que la recuperación del crédito impulse el consumo y la actividad. “Cuando el crédito empiece a consolidarse nuevamente, se va a notar mucho más claramente el crecimiento”, concluyó, reforzando la idea de que el optimismo del mercado tiene fundamentos reales.