¿Alguna vez has soñado con vivir dentro de un cuento de Navidad? En Alsacia este sueño puede hacerse realidad en una de las ciudades más bonitas de Francia. Colmar es considerada la capital de la Navidad en Europa, y es que, si bien es cierto que en estas fechas son muchas las ciudades que se engalanan para la ocasión, este enclave del Alto Rin se transforma en un auténtico paraíso para todos aquellos amantes de estas fiestas.
Lo cierto es que el encanto de Colmar trasciende cualquier época del año. Sus calles parecen sacadas de una película de princesas Disney gracias a la esencia medieval que lleva siglos conservando intacta. Esta ciudad se caracteriza por sus casas entremadas pintadas en colores pastel, con tejados inclinados y vigas de madera en la fachada y adornadas con flores, creando un entorno de lo más romántico que se ve reforzado por la presencia de canales y puentes, como el emblemático Pont di Rue Turenne, con vistas de infarto, que enriquecen la postal.
Si algo destaca de Colmar es lo original que es. A pesar de tener una estética tan característica, no tiene dos calles iguales: cada una cuenta con sus propias particularidades que se hacen especialmente visibles en cómo cada casa está decorada de una forma distinta. Vayas en el momento en el que vayas, Colmar es de esos destinos pensados para sorprenderte y para que no puedas – ni quieras – dejar de fotografiar ninguno de sus rincones.
Colmar, Francia
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Entre las calles más populares se encuentran la Quai de la Poissonnerie o la Rue des Vignerons, ambas ubicadas en el casco antiguo de Colmar y dedicadas a los gremios más populares durante la Edad Media, pues parte de la herencia que se conserva de esta época son los barrios creados según la profesión de quienes los habitaban. De esta época también data la Catedral de San Martín, ubicada en una de las plazas del casco antiguo y construida en estilo gótico alsaciano. Destaca por su particular color rojizo que proviene de la arenisca de los macizos de los Vosgos, mismo material en el que fue construida la catedral de Estrasburgo.
Otros de los puntos turísticos que tienes que aprovechar para conocer en Colmar, aunque la principal motivación para visitarla sea la Navidad, es el Koïfhuss, el edificio más antiguo de la ciudad. Fue construido en 1480 y en él se encontraba la antigua aduana, aunque por lo que llama la atención es por su cubierta con tejas de colores que no puede ser más especial. La Maison des Têtes, renacentista y con múltiples cabezas decorando su fachada o la Maison Pfister, de estilo alsaciano tradicional, son otro de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Colmar en Navidad, Francia
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Qué hace tan especial a Colmar en Navidad
Todo esto que te hemos contado ya son argumentos de peso para querer organizar una escapada a esta ciudad francesa. Pero, como te venimos anunciando, el momento de máximo esplendor de Colmar es en Navidad. Sus calles medievales se llenan de luces y adornos en cada uno de sus rincones, desde las pintorescas fachadas de sus edificios hasta los míricos puentes, todo ello envuelto en un ambiente de villancicos y un aroma a canela y vino caliente que remata con gusto la experiencia que se extiende desde finales de noviembre a principios de diciembre.
Pero, sin duda, el mayor atractivo de la Navidad de Colmar son los mercadillos que se reparten por su casco antiguo. En total, se instalan hasta seis en distintos puntos, cada uno dedicado a una especialidad distinta. Uno de los más populares es el mercadillo de la Plaza de los Dominicos, ubicado junto a la majestuosa iglesia del siglo XIII. En él podrás encontrar desde objetos de decoración navideños hasta artesanía local, el souvenir perfecto para llevar a casa o para regalar.
Mercadillo navideño de Colmar, Francia
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Entorno a la fuente de Schwendi, que cuenta en sus proximidades con edificios tan importantes como el Koïfhus, se monta el mercadillo de la Place de l’Ancienne Douane, que destaca especialmente por el entorno privilegiado en el que se encuentra, rodeado de historia y con los canales a ambos lados. Dentro del propio Koïfus podrás disfrutar de un mercadillo navideño cubierto en el que se expone el trabajo de artesanos locales que van desde maestros vidrieros hasta ebanistas.
Por su parte, el mercadillo de la Plaza de Juana de Arco rinde homenaje a la cultura y la tradición de Alsacia tanto en la arquitectura como en la selección de productos gourmet que ofertan. Pero si lo que quieres es empaparte de la cultura gastronómica de la región, el que tienes que visitar es el Marché Gourmand de la Place de la cathèdrale, donde 9 chefs preparan platos suculentos durante todas las fiestas para que Comar también te conquiste por el paladar.
Para los más pequeños, el mercadillo soñado se encuentra en la zona conocida como la Pequeña Venecia. El mercadillo de la Place de las 6 Montagnes Noires se llena de atracciones como tiovivos, un Belén mecánico y hasta el buzón de Papa Noel donde podrán dejar sus propias cartas. El sueño navideño y la inocencia propia de estas fechas salen a relucir en este espacio en el que la magia desborda.












