En el boxeo, una piña puede cambiar el destino. Eso pasó el 5 de julio pasado, en un lugar remoto e innombrable: Ekaterimburgo, cerca de los Urales, 1.600 kilómetros al oeste de Moscú, el corazón de Rusia. Y corazón fue lo que tuvo Rubén Néstor Muñoz, o simplemente Neri Muñoz, como se lo conoce ya no sólo en su Bahia Blanca natal sino en el mundo del boxeo.

A los 28 años de edad, Neri se le plantó de visitante al georgiano pero nacionalizado ruso Khariton Agrba, hasta ese día con un récord de 15 triunfos en 15 peleas (9 por nocaut) y ganó de la única forma que puede hacerlo un boxeador cuando le toca enfrentar ese tipo de escenarios hostiles: con una mano certera que demolió a su oponente y lo mandó a la lona. Fue en el segundo round, lo que hizo todavía más impactante la victoria.

Se habló del batacazo del año para el boxeo argentino: Neri llegaba a tierra soviética con un historial muy confiable de 18 triunfos (14 antes del límite) pero también dos derrotas que lo marcaron a fuego y de las que logró recuperarse.

La primera había sido en la que era su única salida del país, en mayo de 2023, cuando cayó ante Orlando Mosquera en Panamá. La segunda dolió todavía más, en septiembre de ese año nefasto, porque fue en casa: Elías Haedo lo sorprendió con un derechazo al mentón en Bahía, ante su gente, y también en el segundo round. El árbitro paró la cuenta y se la dio perdida con nocaut técnico. La bronca del público se retrató en una silla volando sobre el ring. Dos años después, el hombre del gimnasio Tello Box y representado por Sampson Lewkowicz, el mismo mánager que encumbró a Maravilla Martínez, dio vuelta la historia.

Para ir por el título mundial deberá volver a ganarle a Agrba, que esta vez irá mucho mejor preparado y atento a lo que pueda hacer el argentino, en definitiva el único boxeador que le ganó sobre el ring. El georgiano está con la sangre en el ojo, como se dice habitualmente, un sentimiento que puede jugar a favor o en contra cuando se dirime una revancha.

“Yo seguramente voy a ir a buscar la pelea porque sé que va a querer escapar. Vimos cómo escapaba con los boxeadores que tienen pegada. Lo más probable es que vaya a pelear para atrás. Nosotros vamos a salir a buscar el nocaut”, avisó Neri en declaraciones al sitio especializado NotiFight.

Y agregó: “Estoy seguro de que esta pelea cambió muchísimo. Sé que ahora va a respetarme, va a respetar la mano. Nosotros estamos preparados para cualquier escenario”.

El combate entre Neri Muñoz y Khariton Agrba será este viernes 12 de diciembre en el Duty Free Tennis Stadium de Dubái, desde las 14.00 (hora argentina) y con transmisión de TyC Sports.

El que se termine imponiendo tendrá como premio un desafío que se anticipa mayúsculo: enfrentar por el título del mundo al estadounidense Gary Antuanne Russell, dueño del cinturón de los superligeros de la AMB desde marzo, cuando le ganó a José Valenzuela en Brooklyn.

Apodado «The Last» , Russell es parte de una familia con cinco hermanos dedicados al pugilato (incluidos el excampeón Gary Russell Jr. y otro boxeador, Gary Antonio Russell), todos con el mismo nombre de pila, como su padre, Gary Russell, un reconocido entrenador que falleció en 2022.

Más allá de la particularidad de su nombre, Russell cuenta con otra chapa: tiene un récord personal de 18 peleas, con un empate y 17 victorias, todas por nocaut. Ya habrá tiempo para hablar del nacido en Capitol Heights, cerca de Washington, la capital yanqui. La meta de Neri está en Dubái.

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