

Hay una tensa calma en Washington. En realidad, el ritmo de la capital del poder en Estados Unidos es así, demasiado tranquila para la proporción de las decisiones que se toman en el lugar que alberga la Casa Blanca y el Capitolio, entre otros edificios gubernamentales.
Los principales hoteles de la ciudad están acaparados por la FIFA, sea para los 1.100 periodistas acreditados o para el otro millar de invitados, entre los que se encuentra el entrenador de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, que arribó a última hora del jueves para sumarse al presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, entre otros representantes de la delegación albiceleste.
El día del evento principal tuvo un detalle extra: una intensa nevada en el amanecer tiñó de blanco la escenografía de sus parques y calles, muchas de ellas cortadas por la Policía, celosa de la seguridad por la calidad de las figuras que estarán presentes. La temperatura estaba en bajo cero.
Allí estará, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que recorrerá los pocos kilómetros que separan la Casa Blanca del Centro Kennedy para las Artes Escénicas, que hasta último momento realizaba refacciones y ajustes para el evento. Habrá otros jefes de Estado y la mayoría de los presidentes de las 42 federaciones que ya están clasificadas a este Mundial histórico, el primero con 48 participantes. Los otros seis clasificados se conocerán en los repechajes de marzo próximo.
El ritmo de la ciudad no se alteró por la presencia del evento que paralizará al mundo fútbol. Siguen en sus monopatines eléctricos, haciendo footing o cenando a horas tempranas como es habitual en la cultura estadounidense.
Todos los invitados especiales de la FIFA, entre ellos las leyendas del fútbol entre los que están los argentinos Gabriel Omar Batistuta y Javier Pastore, compartieron una cena de bienvenida el jueves por la noche, donde también estuvo «Chiqui» Tapia y Alejandro Domínguez, el mandamás de la Conmebol, junto a su secretario Nery Alberto Pumpido, campeón del mundo con Argentina en 1986.
Solo quedará la hora de la verdad para conocer la integración de los doce grupos de la cita ecuménica que comenzará el próximo 11 de junio en el estadio Azteca y terminará el 19 de julio en el estadio MetLife de Nueva York.







