«Nada positivo». Ese fue el resumen perfecto que hizo Franco Colapinto de su 24° carrera en la Fórmula 1, su 15° con Alpine. En Las Vegas, donde el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) ganó de punta a punta la fecha 22 de un Mundial que todavía lidera Lando Norris, que fue descalificado junto a su compañero de McLaren, Oscar Piastri, dejando abierta la definición e instalando la polémica.

Los dos pilotos de McLaren perdieron sus lugares al finalizar la carrera en la que habían llegado 2° y 4°, respectivamente, por incumplir el artículo 3.5.9 del reglamento técnico de la FIA, que estipula que la plancha de madera de la parte inferior del monoplaza debe tener un grosor superior a nueve milímetros.

Tras concluir la competencia, los técnicos de la FIA ingresaron al garage de McLaren para investigar ambos monoplazas, y el delegado técnico de la organización Jo Bauer emitió un documento oficial en el que informó que ambos patines inferiores medían menos de nueve milímetros, por lo que trasladó la información a los comisarios deportivos para la decisión final.

¿Cuál fue? Ni más ni menos que la descalificación de los dos McLaren, escudería que también emitió sus explicaciones. Argumentó que «existían circunstancias atenuantes, ya que hubo un cabeceo (porpoising) adicional e inesperado en este evento y una oportunidad limitada para realizar pruebas debido al clima y sesiones de práctica acortadas».

La descalificación de Norris y Piastri dejó al rojo vivo la lucha por el Mundial, en la que Max Verstappen igualó a Piastri y quedó a tan solo 24 puntos del británico Norris cuando quedan 58 por disputarse en las carreras de Qatar, con su sprint incluida, y Abu Dhabi.

Franco Colapinto logró completar las cincuenta vueltas pero no sin sufrir con un auto que se comportó más indócil de lo habitual por un toque del Williams de Alex Albon -que luego abandonó, al igual que Lance Stroll y Gabriel Bortoleto- en la parte de atrás en la largada.

Fue un gran premio con una largada accidentada; tanto en la punta como en la zona media y en el fondo. Mientras adelante Norris perdía la punta tras pasarse de largo en su intento por tapar a Verstappen, detrás los toques se multiplicaban: Hadjar se tocaba con Piastri y Alonso con Leclerc, Albon bloqueaba pero no podía evitar llevarse puesto al Alpine de Colapinto, mientras que Bortoleto cometía el error más grosero con una frenada tardía llevándose puesto a Stroll y Gasly. Quien aprovechó eso, claramente, fue Lewis Hamilton, quien tras su peor clasificación en Ferrari (20°, aunque ganó un puesto porque Tsunoda largó desde el pitlane) subía rápidamente siete puestos, lo que finalmente lo ayudó a sumar desde un octavo lugar lugar.

Con Stroll fuera de competencia en esa primera vuelta y Bortoleto en el siguiente, Colapinto lograba subir unas posiciones, mientras las charlas con su ingeniero, Stuart Barlow, se multiplicaban. Lo primero que se supo fue que al Alpine número 43 se le rompió el difusor trasero. Pero, según relató después el joven de 22 años, no fue el único problema con el que debió luchar a lo largo de la carrera.

Aunque fue uno de los que más aguantó con el neumático duro en ese primer stint (27 giros), el oriundo de Pilar se defendió hasta dónde pudo y cuando pudo, como lo hizo con Alonso, Tsunoda y Albon -hasta que el tailandés abandonó tras tres paradas en boxes en el giro 37- y también con Lawson, el último en pasarlo en la vuelta 41 y dejarlo en el último lugar de un clasificador con 17 autos.

«Una carrera muy frustrante, fui muy lento toda la carrera. Tenía cero grip, parecía… no se podía doblar el volante que se corría la parte de atrás. No sé si era por los daños o qué, pero fue un desastre hoy el auto. Tenía cero grip toda la carrera atrás, no podía acelerar, no podía doblar con freno, combinar en la entrada porque se corría y cada vez que trataba de cargar la rueda trasera, se movía. No sé. No sé si serán todos los daños que tuve, no sé cuántos puntos fueron pero por lo que escuché tampoco era para sentirlo tan mal al auto. Una carrera mala. Muy mala. Íbamos despacio, nada muy positivo«, analizó en ESPN.

Adelante, en tanto, Verstappen no tuvo rival y no perdió la punta ni cuando pasó por boxes, porque la diferencia de 21 segundos con George Russell fue suficiente para salir por delante del piloto de Mercedes, que luego no aguantó ante la presión de McLaren. «Prefiero el podio que hacer una estupidez», dijo quien tomó el mando que dejó vacante Hamilton en el equipo de Toto Wolff. Por eso, en el giro 34, fue superado con DRS en la recta larga por un Norris al que le pidieron ir por Verstappen, misión que se convirtió en imposible porque el ritmo del inglés bajó notablemente. De hecho, tras el podio surgió la versión de que habría llegado con menos combustible del establecido en el reglamento.

Con 20 segundos de ventaja, el neerlandés cruzó la meta primero para recortar la distancia en la lucha por el campeonato. El fin de semana próximo habrá 33 puntos en juego en Qatar -porque se correrá la última Sprint Race- y el cierre se dará en Abu Dhabi, el 7 de diciembre, con otros 25 por disputarse.

La bronca de Colapinto cuando llegó al corralito de prensa y empezaron los fuegos artificiales: «No te escucho nada, boludo»

«Son las 10 de la noche, boludo, ¿qué se creen que es Navidad? ¿Sabés lo que valen los fuegos artificiales? La guita que se gastan en esa pelotudez», se quejó el argentino con el periodista Juan Fossaroli.