El deporte de los Estados Unidos está de luto. La leyenda del básquetbol, Lenny Wilkens, fallecio a sus 88 años en Washington. Como jugador de la NBA tuvo una extensa y brillante carrera que le permitió ser elegido en nueve oportunidades para el All Star Game e ingresar al Salón de la Fama, lugar de privilegio donde unos pocos merecen estar.
Wilkens era base, buen anotador y destacado con sus pases, llegó a disputar un total de 15 temporadas en la máxima categoría del básquet estadounidense. Su carrera comenzó en St. Louis Hawks elegido en la sexta posición de la primera ronda del draft de 1960. Tiempo después pasó por Seattle Supersonics y Cleveland Cavaliers antes de terminar su carrera en los Portland Trail Blazers. Fue de los mas destacados en su posición, terminó como máximo asistidor en la temporada de 1970 con un promedio de 9.1 asistencias por partido. Cuando se retiró, lo hizo siendo el segundo máximo asistidor de la historia.
Si su legado como jugador era extraordinario, lo que hizo como entrenador lo llevó a la gloria. Lenny empezó a gestar su carrera de coach cuando todavía jugaba porque combinaba su trabajo dentro y fuera de la cancha dirigiendo tres temporadas en los Supersonics y una con los Trail Blazers, antes de dedicarse a su nueva profesión a tiempo completo. En ese rol ganó su único titulo de la NBA al frente de Seattle, en la temporada 1979.
A lo largo de sus 32 temporadas al mando de equipos, logro innumerables récords. En 1994 fue elegido como Entrenador del año y en 1996 fue destacado como uno de los 10 mejores entrenadores de la historia de la NBA. No por nada tiene el récord de porcentaje de victorias dirigiendo a equipos, con un 53,6%, lo que equivale a ganar 45 partidos de media por temporada.
Sus 2.487 partidos como entrenador constituyen un récord de la NBA, donde acumuló 1.332 victorias, una cantidad que lo sitúan sólo detrás de Gregg Popovich y de Don Nelson Todos estos records lo llevaron a estar en Hall of Fame de entrenadores, solo 6 personas lograron estar en ambas categorias.
«Lenny Wilkens personificó lo mejor de la NBA: un jugador del Salón de la Fama, un entrenador del Salón de la Fama y uno de los embajadores más respetados del deporte», declaró el comisionado de la NBA, Adam Silver. «Tanto es así que, hace cuatro años, Lenny recibió el reconocimiento exclusivo de ser nombrado uno de los 75 mejores jugadores y 15 mejores entrenadores de todos los tiempos de la liga», añadió.
