
lunes 03 de noviembre de 2025
A Savage Art: The Life & Cartoons of Pat Oliphant (2025) rinde homenaje a la monumental carrera de Patrick Oliphant, el aclamado dibujante político cuya pluma incisiva y arte feroz desafiaron a diez administraciones presidenciales de EE.UU. a lo largo de cinco décadas.
Pat Oliphant fue un caricaturista político, ilustrador, animador y escultor australiano-estadounidense. Se le consideró el caricaturista político más influyente y con mayor difusión del mundo a finales del siglo XX, destacando por su combinación de exquisita técnica gráfica y mensajes contundentes.
El arte de la caricatura tiene también un segmento especial. Se muestra a través de imágenes y testimonios la manera de crear de Oliphant con simpleza y pulso firme sus críticas ingeniosas a los gobiernos con sus dibujos. En la historiografía de la técnica se contextualiza las caricaturas, su humor ácido y mordaz clave en su época y de cómo hoy en día fueron reemplazadas por los memes.
El documental utiliza material de archivo, videos familiares y la propia voz del artista para ofrecer un retrato íntimo del artista. Para hacerlo, logra la titánica tarea de seleccionar cerca de 350 de sus más de 10,000 caricaturas, muchas de las cuales se detienen en pantalla para permitir al espectador absorber completamente el mensaje y el virtuosismo del dibujo.
De esta forma el documental rinde homenaje a Oliphant a quien todos reconocen como el gran genio detrás de la caricatura estadounidense, pero también a toda una época y un estilo de pronunciar un punto de vista crítico sobre la sociedad y la política con inteligencia. Decir con humor y elocuencia aquello que estaba prohibido, censurado, o mal visto de forma literal. En ese arte, donde Argentina tuvo en Quino su máximo exponente, Estados Unidos reconoce a Pat Oliphant como su artista favorito, por su interpretación de una realidad siempre desde la vanguardia y el mejor sentido del humor.
La destreza de Oliphant residía en su habilidad para destilar la esencia de los líderes políticos en un solo trazo, creando arquetipos visuales inolvidables que actuaban como poderosos comentarios editoriales. Por ejemplo, su visión del sombrío y taciturno Richard Nixon lo mostraba a veces desnudo y avergonzado, y Ronald Reagan como un bufón despistado. Durante la administración Clinton, Oliphant transformó a las mascotas de la Casa Blanca, Socks el gato y Buddy el perro, en una suerte de «coro griego» que comentaba con mordacidad los escándalos de la época, demostrando que su sátira no tenía límites.
Banowsky logra homenajear a Oliphant, su historia y legado, pero también hacer una celebración de la sátira como herramienta subversiva plasmada en tinta y papel.








