
En la Escuela San Martín de Colonia Caroya, donde el movimiento electoral marcaba una jornada tranquila, Florentino D’Olivo llegó decidido a cumplir una vez más con su deber cívico. A sus 104 años, con el mismo entusiasmo de siempre, presentó su documento, pero se encontró con una sorpresa inesperada: su nombre ya no figuraba en el padrón electoral.
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“Quiero preguntar a la Junta Electoral por qué me han sacado del padrón. ¿Soy delincuente o algo así? Toda mi vida fue sana, pura, y tengo muchos testigos de que es así”, expresó en diálogo con Radio Jesús María, medio que dio a conocer su historia.
El vecino caroyense aseguró que nunca fue notificado de su exclusión del padrón ni de la necesidad de realizar un trámite adicional. «Veía el futuro mejorando pero se ve que hay gente que no le gusta que se mejore», dijo.
Una vida dedicada a participar
D’Olivo es reconocido por su vitalidad y compromiso con la comunidad. Acudió a votar en la misma escuela donde aprendió a leer y escribir en 1928. “Mi cuerpo entero, con la mente clara, estaba listo para ir a cumplir. Yo quería hablar de la vejez, de la vida y también del futuro argentino, que lo veía mejorando bastante”, relató emocionado.
Tras la repercusión del caso, el secretario electoral de Córdoba, Guillermo Fernández, explicó que las personas mayores de 102 años deben ratificar su inscripción para figurar en el padrón. Este trámite, indicó, no habría sido completado o informado a D’Olivo.
“Es un orgullo que haya querido votar y lamentamos que no esté o que no se haya brindado la información suficiente”, señaló Fernández. Florentino, en tanto, espera una respuesta formal y mantiene firme su reclamo: quiere volver a estar en la lista. Porque, como él mismo dijo, “mientras tenga vida, quiero seguir votando por mi país”.








