River vuelve a Córdoba para disputar mucho más que una semifinal. El equipo de Marcelo Gallardo empieza a jugarse el año este viernes desde las 22.10, con el arbitraje del polémico Andrés Gariano, cuando se enfrente a Independiente Rivadavia de Mendoza en el estadio Mario Alberto Kempes por un lugar en la final de la Copa Argentina, que además de un título, otorga un pasaje a la Copa Libertadores 2026, para la que el conjunto de Núñez todavía no está clasificado.

Para llegar al último encuentro de este certamen, River apelará al ímpetu y el espíritu combativo que mostró en la serie contra Racing y buscará aferrarse a la tremenda estadística favorable que Gallardo tienen en esta competencia. De los 39 partidos que dirigió por este certamen nacional desde el 2014 (su debut en el club, de hecho, fue en un cruce en el que venció a Ferro por penales por la Copa Argentina en Salta), el Muñeco ganó 30, empató ocho y apenas perdió uno. No cae en los 90 minutos desde 2015 cuando fue derrotado por 2 a 0 con Rosario Central y con él en el banco de suplentes, River convirtió 91 goles (2,3 por juego) y le hicieron 17 (0,44). Además, de las cuatro oportunidades que llegó a semifinales, pasó en tres, y en todas ellas luego fue campeón.

La única vez que cayó en semis (con Gallardo en el banco de suplentes, se reitera) fue en 2018, por penales contra Gimnasia de La Plata, en Mar del Plata. En 2016, derrotó 2 a 0 al Lobo en San Juan y se metió en la final, en la cual después le ganó a Rosario Central en Córdoba. En 2017, superó al Deportivo Morón por 3 a 0 en Mendoza y después venció 2-1 a Atlético Tucumán en la misma provincia. Y en 2019, dejó en el camino a Estudiantes de Buenos Aires, al que derrotó 2-0 en Córdoba, para luego golear 3-0 a Central Córdoba de Santiago del Estero en Mendoza y ser nuevamente campeón.

Gallardo, por otra parte, buscará llegar a la primera final por mérito propio de su segundo ciclo. Ya jugó una, pero era heredada del ciclo de Martín Demichelis. Fue la que perdió ante Talleres de Córdoba por la Supercopa Internacional en Asunción en marzo de este año.

Este River no cuenta con argumentos futbolísticos como para pensar más allá de cada partido, pero buscará aferrarse a lo hecho en el duelo con Racing por los cuartos de final de este certamen, y el sábado pasado contra Talleres para cortar una racha de cuatro derrotas consecutivos en el torneo Clausura. Buscará sacar un plus para llegar a esa final, que en este contexto es agua en el desierto en Núñez tras atravesar una importante crisis futbolística, de la cual intentará salir en esta Copa Argentina.

La victoria ante la “T” le trajo algo de alivio, pero todavía hay tensión en el ambiente ya que una derrota contra el equipo mendocino podría hacer retrotraer la situación y el contexto sería peor porque se quedarían sin una vía de clasificación a la Libertadores y sin la posibilidad de un título.

Para Independiente Rivadavia, por su parte, este partido representa la oportunidad más importante de su historia, ya que la Lepra mendocina nunca había llegado a una instancia similar en campeonatos de Primera en su historia. Lo más lejos que avanzó fue en el Campeonato Nacional 1982, cuando terminó como segundo en su zona y luego fue eliminado por Ferro en cuartos de final.

El equipo dirigido por Alfredo Berti logró justamente la última victoria en los cuartos del torneo federal: venció 3-1 a Tigre. Y en el Clausura, tiene un mal andar. Ya lleva seis fechas sin triunfos, con dos derrotas y cuatro empates.

Sebastián Villa es la figura, capitán y goleador del equipo de Berti, y es a quien River debe intentar frenar principalmente para no tener complicaciones. El delantero colombiano ya sabe lo que es anotarle al Millonario. Con la azul y amarilla le hizo tres tantos en tres encuentros diferentes. Y con el conjunto mendocino le hizo uno en la Liga del año pasado cuando Independiente Rivadavia venció a River, ya dirigido por Gallardo por 2 a 1 en el Malvinas Argentinas. El gol de Villa desató luego un escándalo entre los jugadores de ambos equipos.

Ahora, volverán a verse las caras en una semifinal de Copa Argentina. La presión la tendrá River, a unos 45 días de que termine el calendario futbolístico, empezará a jugarse el año este viernes en el Kempes de Córdoba.