Netflix presenta la temporada tres de La diplomática, uno de los buques insignia de la actualidad del gigante del streaming. Keri Russell vuelve a ponerse en la piel de la embajadora Kate Wyler para protagonizar una nueva crisis internacional que le enfrentará al personaje interpretado por Allison Janney en uno tour de force brillante y cargado de tensión.
La ficción creada por la gran Debora Cahn, mítica guionista de ficciones como El ala oeste de la Casa Blanca, Anatomía de Grey o Homeland, vuelve a presentar su candidatura para convertirse una vez más en una de esas ficciones que pega a la pantalla a los espectadores, que devoran sus episodios uno detrás de otro atrapados por una trama que mantiene la tensión de manera constante.
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Junto a su dueto protagonista, también regresan sus caras más conocidas, además de sumar otras tan interesantes como el siempre efectivo Bradley Whitford (El cuento de la criada). Hablamos, cómo no, de Rufus Sewell (El ilusionista), David Gyasi (Interstellar), Ali Ahn (Billions), Ato Essandoh (Django Desencadenado) y Rory Kinnear (Penny Dreadful).
Sinopsis de La diplomática
Para quien no la haya visto, La diplomática nos presenta a Kate Wyler (Keri Russell), una mujer estadounidense que aterriza en Reino Unido para convertirse en la embajadora de su país en las islas británicas en medio de una tensa crisis diplomática. Dos años después, y tras una segunda entrega igual de interesante, la serie regresa con una nueva temporada llena de éxito y tras el final de infarto de la entrega anterior.
Tras el fallecimiento del anterior líder de Estados Unidos, la vicepresidenta Grace Penn (Allison Janney) alcanza la presidencia dando un giro en la política brutal del país. Un cambio de paradigma increíble que pone a esta hábil, calculadora y pragmática mujer al frente del política de la primera pontencia mundial con el objetivo de mantener la paz internacional.
Allison Janney retoma su papel de Grace Penn, aunque esta vez lo hará como Presidenta de los Estados Unidos.
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Una representación del poder absoluto, y moralmente cuestionable, que choca con la ética de la embajadora Wyler, que acusa a Penn de estar detrás del ataque terrorista contra un barco británico que ha desencadenado en un nuevo conflicto político a escala global y cuya tensión salta por los aires con el enfrentamiento entre estas dos mujeres poderosas.
Un éxito de audiencia
La serie creada por Debora Cahn ha sabido conectar muy bien con el público y ha logrado excelentes cifras de audiencia con sus dos primeras temporadas basando su éxito en el buen desarrollo de sus personajes, en un guión bien resuelto y cargado de tensión y una trama emocionante y adictiva que recuerda por momentos a Homeland.
Bradley Whitford se une al reparto como Todd Penn, el marido de Grace y, por ende, primer caballero del país.
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Sin duda, estamos ante una ficción más adulta y que escapa de los tonos habituales que uno puede encontrarse en la plataforma de streaming de la N roja en la actualidad. Y gran parte de la identidad, se basa en la más que evidente influencia de El ala oeste de la Casa Blanca, la mítica ficción creada por el genial Aaron Sorkin hace ya 26 años.
La diplomática regresa a Netflix por todo lo alto con una tercera temporada que viene bien cargada de argumentos para convertirse en un nuevo éxito de audiencia. Un reparto de altura, un nuevo conflicto dilplomático y una nueva dosis de política internacional llena de tensión encabezada por los personajes interpretados por dos grandes actrices como Keri Russell y Allisson Janney, ¿qué más necesitas para empezar a verla?
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