Seguro que has practicado la flexión con toque de pie en algún momento de tu vida y lo más probable es que también haya sido uno de los primeros ejercicios de hayas hecho. ¿Conoces ese movimiento en el que estás de pie y después te tocas los dedos de los pies? Resulta que este clásico y sencillo ejercicio es mucho más valioso de lo que la mayoría cree para mejorar equilibrio, flexibilidad y hasta digestión a los 50.
El simple toque de dedos de los pies de pie puede parecer elemental, pero es un movimiento multifuncional que ofrece increíbles beneficios para el cuerpo de pies a cabeza. Tanto si eres una entusiasta del fitness como si estás empezando tu camino hacia el bienestar, el toque de dedos de los pies merece un lugar privilegiado en tu arsenal de ejercicios.
Tocar los dedos de los pies de pie es un ejercicio de flexibilidad que consiste en ponerse erguida con los pies separados a la anchura de las caderas e inclinarse hacia adelante, llevando las manos hacia los dedos de los pies, manteniendo las piernas rectas o ligeramente flexionadas. Este ejercicio de tocar los dedos de los pies trabaja principalmente los isquiotibiales, la zona lumbar y las pantorrillas, pero sus beneficios van mucho más allá de estos grupos musculares.
Cómo hacer la flexión con toque de pie a los 50
Realizar correctamente el ejercicio de tocar los dedos del pie a los 50 es esencial para maximizar los beneficios y prevenir lesiones. Comienzas erguida con los pies separados a la anchura de las caderas. Mantén las rodillas rectas, pero no bloqueadas. Los brazos deben estar relajados a los costados. Lleva los hombros hacia atrás y abajo, lejos de las orejas.
Comienza el ejercicio. Respira profundamente. Al exhalar, flexiona las caderas, pero no la cintura. Lleva las manos hacia los dedos de los pies. Intenta dejar la espalda recta el mayor tiempo posible antes de curvar. Mantén la posición de 15 a 30 segundos. Respira profundamente e intenta relajarte durante el estiramiento.
Con cada exhalación, comprueba si puedes estirarte un poco más. Es el momento de finalizar la primera flexión. Para ello, contrae los músculos del torso. Incorpórate lentamente, apilando una vértebra a la vez. Regresa a la posición inicial con los hombros relajados. Hazlo todo suavemente.
Si eres nueva en el ejercicio de tocar los dedos de los pies o tienes poca flexibilidad, puedes usar algunas modificaciones: Por ejemplo, prueba a flexionar ligeramente las rodillas para reducir la tensión en los isquiotibiales. También puedes tocar las espinillas en lugar de a los dedos de los pies si ves que no llegas.
Mujer haciendo ejercicio al aire libre.
UNPLASH

Otra opción es colocar las manos sobre un bloque de yoga o una silla en lugar del suelo. O incluso hacer un estiramiento asistido utilizando una correa alrededor de los pies para ayudarte a estirarte más profundamente. No dudes en utilizar estas variantes si ves que el ejercicio te cuesta un poco al principio.
Los beneficios de hacer flexiones con toque de pie a los 50
Este ejercicio es genial a los 50 no solo por su sencillez, sino por los beneficios específicos que aporta. El beneficio más evidente de este ejercicio de tocar los dedos de los pies es una mayor flexibilidad, especialmente en los isquiotibiales y la zona lumbar. La práctica regular ayuda a alargar los músculos tensos y a mejorar la amplitud de movimiento general. Diversas investigaciones han demostrado que el estiramiento constante de los isquiotibiales puede propiciar el aumento de la flexibilidad hasta en un 30% en 4-6 semanas.
Tocarse los dedos de los pies en flexión va a desafiar tu equilibrio y conciencia corporal, especialmente al alcanzar los pies con las manos. Esto ayuda a mejorar la propiocepción (la percepción de la posición del cuerpo en el espacio), crucial para prevenir caídas y mantener la estabilidad.
Este ejercicio incluso es buenísimo para mejorar la salud digestiva porque el movimiento de flexión hacia adelante de los toques de dedos de los pies crea una suave compresión de los órganos abdominales, lo que puede estimular la digestión y ayudar a aliviar la hinchazón o las molestias. Este beneficio es especialmente pronunciado cuando el ejercicio se realiza con respiración profunda y consciente, similar a ciertas posturas de yoga que trabajan la salud digestiva.