Alta repostería, té y el ambiente más chic: las meriendas de moda de este otoño en Madrid se sirven en estos hoteles

Como el otoño, y la meteorología acorde a la estación, están a la vuelta de la esquina, llega el momento de coger la agenda y planificar todos esos encuentros con amigas lo antes posible. Y qué mejor lugar para hacerlo que los espacios en los que la alta repostería, el té y el ambiente más chic son los protagonistas principales. Porque las meriendas de moda en otoño en Madrid se sirven en los mejores hoteles.

Desde el corazón de la capital al Barrio de Salamanca pasando por el Paseo de la Castellana, en los próximos meses los encuentros más esperados se celebran en torno a una mesa en la que no faltan creaciones tan british como los sándwiches de pepino, los scones y el té. El ritual entorno a esta bebida ha llegado a nuestro país para quedarse, y lo ha hecho acompañado de la mejor pastelería, francesa o local, para que a la experiencia no le falte de nada.

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Así que si tú también quieres estar a la última en lo que se lleva a la capital y las meriendas con amigas y buscas un lugar que haga de vuestros encuentros algo inolvidable, no te pierdas las propuestas de estos seis hoteles entre los que seguro que encuentras tu espacio favorito para merendar este otoño.

Rosewood Villa Magna. Paseo de la Castellana, 22.

Hasta el 15 de octubre Flor y Nata, la pastelería del sofisticado establecimiento madrileño, se apunta a la alta pastelería de la mano del pastelero francés Nicolas Rouzaud con una carta exclusiva, efímera e irrepetible que une el saber hacer galo con los sabores de temporada, la sensibilidad artística y la experiencia de las grandes maisons.

Una selección concebida por el maestro francés en la que podremos disfrutar de sus célebres tartalettes, elaboraciones clásicas como el París-Brest de pistachio o el flan parisien y delicias como el cheesecake de limón. Y si lo que quieres es degustarlo en casa o quedar como una reina en tu próxima cita con tus amigas, Flor y Nata ofrecerá una cuidada selección de elaboraciones para llevar como la madeleine de limón, el financier de avellana o su mítica cookie.

Brach Madrid – Evok Collection. Gran Vía, 20.

La pastelería del Brach Madrid fusiona el ritual gourmet madrileño con la sofisticación de la repostería francesa, un plan perfecto para quienes disfrutan de una tarde de compras y encuentros en el centro de Madrid. Con una atmósfera que evoca las tradicionales boulangeries parisinas, este pequeño oasis que celebra el arte repostero del país vecino ha llegado a la capital para conquistarnos con su estética retro y refinada.

Tartas de fresas, de limón y merengue o clásicos como el París-Brest y los imprescindibles éclairs homenajean sabores locales como la almendra, la miel o el turrón con elaboraciones que se transforman cada temporada. Un capricho gourmet, que se puede disfrutar en el local o se puede llevar a casa, en el que los amantes del buen café y la alta repostería vivirán una experiencia que les dejará un sabor de boca inolvidable.

Relais & Châteaux Orfila. Calle Orfila, 6.

Con una propuesta elegante y atemporal, este céntrico hotel madrileño reinterpreta el tradicional afternoon tea británico para ofrecer dos versiones de una experiencia llena de encanto. Los amantes del ritual auténtico pueden disfrutar de una exquisita selección de dulces, acompañados de tés exclusivos de cosechas seleccionadas, finger sandwiches y scones recién horneados.

Aquellos que prefieran una opción más festiva y sofisticada pueden disfrutar además de todo lo anterior, de una copa de champagne, que sin duda será el broche de oro a esta celebración que no necesita de fechas especiales para disfrutarse. Ya sea en la tranquilidad de su jardín o en los elegantes salones del hotel, esta experiencia invita a detener el tiempo y disfrutar de una tarde única en el entorno más sofisticado.

URSO Hotel & Spa. C. de Mejía Lequerica, 8.

Elegancia, gusto y tradición se unen en el elegante Lobby de este establecimiento situado en el barrio de Las Salesas y en el que cada tarde se celebra una cita inspirada en el tradicional High Tea británico. Una propuesta en la que podemos disfrutar de una exquisita selección de repostería 100% artesanal elaborada en Madrid con los mejores ingredientes.

La vibrante paleta de colores, los intensos sabores y la estética única y personalizada hacen de sus macarons, pasteles y tartaletas los protagonistas de una experiencia en la que también se puede disfrutar de mini sándwiches y una cuidada selección de tés, creados para el hotel y maridados para realzar los sabores de cada plato.

Heritage Madrid Hotel. Calle Diego de León, 43.

Con una veintena de tés e infusiones seleccionados por la experta Beatriz Parreño en su carta, y desde la sofisticación de su restaurante Haroma, este alojamiento del barrio de Salamanca celebra el Afternoon Tea con una propuesta de lujo que conquistará a los paladares más exquisitos.

Un momento especial y único para compartir en la mejor compañía una delicada selección de pastelería, finger sándwiches y scones recién horneados, que quienes quieran redondearlo con sofisticación y buen gusto pueden añadir una copa de Moët & Chandon brut Imperial. Porque cualquier momento es ideal para reencontrarse en torno a una mesa en la que el buen gusto y la tradición son los protagonistas.

Mandarin Oriental Ritz. Plaza de la lealtad, 5.

Bajo la cúpula del Palm Court y en dos turnos, 16 y 18:30h., se sirve en vajilla y cubertería de plata inglesa una propuesta ideada por el reconocido chef Quique Dacosta en la que se combina la elegancia británica con detalles de la gastronomía española. Sándwiches salados, pastas dulces o scones que se maridan con bebidas calientes o cava conforman la carta de este centenario local, que conserva y celebra cada día su esencia histórica.

Servida en dos pasos, primero con los mencionados dulces y después con salados de inspiración española como la medianoche de jamón y tomate, esta ceremonia se inspira en el Afternoon Tea del Mandarin Oriental Hyde Park de Londres, reconocido con el galardón al mejor té contemporáneo. Y como no podía ser de otra manera, la carta de tés está repleta de referencias inglesas y orientales para redondear una merienda llena de encanto en un entorno único.

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