En silencio, con bajo perfil y mucho trabajo, Milton Casco construyó lo que puede considerarse como un hito en estos tiempos en el fútbol. Cumplió 10 años consecutivos como jugador de River y no son muchos los jugadores que en el siglo XXI llegan a estar una década en un club.

No hay muchos casos en el fútbol argentino desde el 2000 a la actualidad. Uno de ellos es Lautaro Acosta, quien tras su regreso en 2013 lleva 12 años en Lanús. Otro es Fabián Cubero, quien en su primera etapa en Vélez alcanzó los 10 años (entre mediados de los ’90 y principios de los 2000) y tras una temporada en Tigres de México, jugó otros 12 años (2007-2019) más con la V azulada sobre el pecho. Y si se incluye el final del siglo XX, entra Guillermo Barros Schelotto en este grupo, quien jugó desde 1997 hasta 2007 en Boca.

Uno de los casos emblemáticos con un jugador argentino pero en el exterior es Lionel Messi, nada menos, quien desde su debut oficial en Primera estuvo 17 años en Barcelona, antes de marcharse a París Saint Germain.

De todos modos, ya prácticamente no hay casos como los de Ricardo Bochini en Independiente o de Mostaza Merlo en River que jugaron toda la vida en el mismo club. Aunque sí hay otros casos que estuvieron cerca de cumplir en estos tiempos una década en la misma institución, como fueron Jonatan Maidana y Leonardo Ponzio, compañeros de Casco en River, quienes estuvieron al borde de cumplirla ya que el ex marcador central estuvo ocho años y medio (luego se fue a Toluca de México y volvió) de manera consecutiva con la banda roja y el ex volante central tuvo nueve años y medio seguidos hasta el momento de su retiro. Otro que está en camino de cumplirlos, pero en la otra vereda, como Frank Fabra, que lleva 9 temporadas en Boca.

En River, bien saben que esta situación es de otro tiempo y por eso se lo reconocieron a Casco cuando en el entrenamiento del martes el cuerpo técnico y sus compañeros lo felicitaron y le hicieron un puente para homenajearlo.

¿Por qué el martes? Ese día, 9 de septiembre, se cumplieron 10 años desde que firmó su primer contrato con el club en las oficinas del Monumental. De hecho, circuló la foto con Rodolfo D’Onofrio, entonces presidente de la institución. “Recuerdo que hace 10 años no fue fácil traerte. Sos un gran profesional y una gran persona y con vos y tus compañeros ganamos todo”, expresó D’Onofrio en sus redes sociales en relación a la llegada de Casco, quien arribó al club provenientes desde Newell’s a cambio de 3 millones de dólares.

A los pocos días de su llegada, Casco debutó. Fue el 13 de septiembre de 2015 en un Superclásico ante Boca, nada menos, en el que River cayó 1 a 0 en el Monumental.

Al principio, la estadía de Casco no fue fácil ya que recibió cuestionamientos por su rendimiento. Pero con esfuerzo y trabajo logró revertirlo para transformarse en uno de los pilares de la consagración en la Copa Libertadores 2018. A su vez, se transformó en el jugador con más partidos en la era Gallardo.

Casco disputó 311 encuentros con la banda roja, convirtió 5 goles, dio 19 asistencias y ganó 13 títulos. “Es uno de los jugadores más técnico que vi”, lo elogiaron varias veces muchos de sus compañeros y ex compañeros, quienes destacaban sobre todo sus controles y la manera en que para la pelota con el pecho.

En la actualidad, ya desde otro lugar, siendo suplente y estando a disposición cuando Gallardo lo requiere, Casco sigue cumpliendo en la cancha y fuera de ella. Y a sus 37 años piensa retirarse en River. Es, definitivamente, un jugador de otros tiempos.