Cinco de septiembre. Próximo viernes con horario aún a confirmar. Estadio Arthur Ashe de Nueva York. Ese es el día para el noveno capítulo (y el quinto en un Grand Slam) de un duelo generacional entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, esta vez por una de las semifinales del US Open. Es un duelo que los fanáticos del tenis no se querrán perder.

No es Djokovic el de otros tiempos, aquel que por ejemplo jugó seis finales y ganó tres títulos en Flushing Meadows en ocho años entre 2011 y 2018. Y es lógico que así sea. Tiene 38 años, una edad a la que la mayoría de los tenistas entran en un marcado declive. No es su caso y lo demostró al vencer con autoridad a Taylor Fritz, el número 4 del mundo y favorito del público local.

Mostró firmeza desde la línea de fondo el serbio, jugó los momentos de mayor tensión con la frialdad que lo distingue del resto (salvó 11 de 13 puntos de quiebre) y aprovechó los bajones del estadounidense para imponerse de manera contundente, aunque no sin tener sufrimiento, por 6-3, 7-5, 3-6 y 6-4 en tres horas y 24 minutos de juego. Jugará su 53° semifinal de Grand Slam y la 14° en Nueva York.

«Fue un partido increíblemente disputado, muy cerrado. Tuve suerte de salvar varios break points en el segundo set y en este tipo de partidos pocos puntos deciden al ganador. Creo que Taylor no merecía terminar con una doble falta», dijo en la entrevista en cancha. «No siento que haya dominado desde el fondo de cancha. Traté de pelear por cada pelota, mantenerme cerca de la línea, pero no fue fácil. Igualmente, al final del día lo que importa es ganar», agregó.

Más temprano, Alcaraz no dejó dudas frente al checo Jiri Lehecka, el número 21 del mundo, al que venció por 6-4, 6-2 y 6-4 sin conceder una sola oportunidad de quiebre en la hora y 56 minutos que duró el partido. De esta manera, el español se mantiene como el único que no cedió sets en lo que va del torneo y es un firme candidato a repetir el título que ganó en 2022.

«Hoy simplemente jugué un partido casi perfecto», dijo Carlitos una vez finalizado el match. Y Lehecka sintetizó lo que sintió del otro lado de la red: «Siempre que tenía la oportunidad, él se inventaba algo especial. Incluso cuando no jugaba mal, siempre encontraba soluciones. Es devastador».

No son pocos los que vislumbran una final entre Alcaraz y Sinner, que sería la tercera consecutiva en un Major tras enfrentarse esta misma temporada en Roland Garros y Wimbledon. También está en juego el número 1. Sin embargo, en el camino del murciano ante aparece Djokovic, quien lo venció a comienzos de año en Australia. Y bien lo sabe.

«Trato de no pensar en el número uno porque me voy a poner presión. Yo solo quiero hacer lo mío, cumplir mis objetivos y disfrutar lo máximo posible», remarcó después de hacer vibrar a una tribuna que recibió a ilustres compatriotas como la cantante Rosalía y el golfista Sergio García.

Y agregó al respecto del duelo que se le viene: «Yo sé que Novak sigue hambriento, sé que tiene ambición de más. Jugamos muchas veces y quiero vengarme. Eso es obvio».