Sara Flamenco

Uno de los principales obstáculos a la hora de hacer ejercicio es la falta de tiempo. Y la pereza, por qué no decirlo. Es por ello que triunfan las diferentes disciplinas que aseguran un trabajo eficaz de todo el cuerpo con pocos minutos al día. Y en este tipo de asuntos, los expertos japoneses con los mejores.

Hoy vamos a hablarte del método Mizoguchi que te ayuda a ponerte en forma dedicando sólo 3 minutos diarios. Este método lleva el nombre de su creadora, Yoko Mizoguchi, y combina aspectos del yoga y del Pilates con el objetivo de liberar tensiones, mejorar la movilidad articular y la flexibilidad, optimizar la postura corporal y cambiar así el aspecto de tu cuerpo.

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Eso sí, una de las partes cruciales de este método es la constancia ya que sólo 3 minutos diarios pueden ser insuficientes si no lo practicas a diario. Eso sí, puedes combinar este método con otro tipo de trabajo, ya que el entrenamiento de fuerza combinado con un poco de cardio, nunca viene mal a tu musculatura y a tu salud en general.

Los cinco ejercicios del método Mizoguchi

El método Mizoguchi incluye cinco ejercicios que se deben practicar durante 30 segundos cada día. Sólo nececitas ropa cómoda, una esterilla y una pelota, por lo que puedes realizarlo a diario sin salir de casa y, como sólo tardas 3 minutos, no interferirá en tus quehaceres diarios. Si eres constante, te ayudará a minimizar los niveles de estrés y trabajar además de la movilidad, la fuerza y la tonicidad. Estos son los cinco ejercicios que forman parte del método Mizoguchi:

1. Caminar sobre los glúteos: siéntate con las piernas cruzadas delante de la pelvis y mantén la espalda lo más recta posible. El ejercicio consiste en moverte como si estuvieras caminando sentada, balanceándote ligeramente hacia los lados para conseguirlo. Aunque pueda parecerte ridículo, lo cierto es que este ejercicio te ayuda a desbloquear la pelvis y favorece la movilidad de las caderas y los glúteos, lo que repercute sobre la coordinación.

2. Movilidad de hombros: túmbate boca abajo o ponte a cuatro patas para realizar el siguiente ejercicio. Si lo haces en cuadrupedia, tienes que rotar la palma de una mano y luego de la otra hacia la pelvis, rotando a la vez el húmero (el hueso que une el hombro con el codo). Si lo realizas boca abajo, tienes que realizar el mismo gesto con el brazo apoyado en el suelo. De este modo, lograrás destensar las articulaciones de los hombros, eliminando la tensión entre el cuello y los hombros y evitando así el encorvamiento.

3. Rotación de omóplatos: puedes hacer este ejercicio tumbada, sentada o incluso de pie y su objetivo es liberar la tensión en la espalda que se acumula cuando pasas muchas horas sentado. Consiste en realizar movimientos circulares con los omóplatos, primero hacia arriba y luego hacia abajo, alternando los giros.

4. Masaje de glúteos: si los glúteos están tensos, el rango de movimiento de las articulaciones de la cadera se reduce, tiran de la pelvis hacia abajo y se produce dolor y tensión en la postura. Para relajarlos y favorecer la movilidad, el cuarto movimiento propone hacer un masaje de glúteos usando para ello una pelota. Sólo debes colocarla bajo los glúteos y mover la cadera hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados, durante 30 segundos de cada lado.

5. Estiramiento de tobillo: estos ejercicios te ayudan a caminar mejor y a combatir la retención de líquidos, por lo que son especialmente ventajosos en verano. Existen diferentes formas de destensar los tobillos. Uno de los ejercicios más fáciles es estirar las piernas y poner los pies en punta y en flex durante 30 segundos.

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