

Independiente volvió a la cancha este viernes tras el escándalo ocurrido en la Copa Sudamericana con Universidad de Chile. Después del empate 0-0 con Instituto por el Clausura local, y a la espera de una resolución de Conmebol por el partido cancelado en el torneo internacional, tanto el técnico Julio Vaccari como el capitán Rodrigo Rey expresaron su postura sobre lo sucedido.
«Es una tristeza enorme. El fútbol tiene que sentir esa tristeza por lo que pasó. Uno desea que las cuestiones futbolísticas se resuelvan dentro del campo. Esto no es solo un problema deportivo, sino cultural y social, ligado a una falta de educación grave. El fútbol refleja eso. Todos los hermanos sudamericanos debemos trabajar para que no se repita. Es un tema cultural y social que atraviesa al deporte«, afirmó el entrenador del Rojo.
En relación a las gestiones que están llevando a cabo los dirigentes del Rey de Copas, Vaccari opinó: «Sé que la gente de Independiente está haciendo todo lo posible y nosotros estamos encolumnados detrás de ese esfuerzo. Nuestra contribución es concentrarnos en lo futbolístico».
Sobre el impacto en el plantel, el DT detalló: «Fueron días complicados, no solo porque tenemos futbolistas chilenos (por Loyola, Galdames y Cabral), sino porque, en mayor o menor medida, todos teníamos familiares en el estadio. En un momento un jugador me dijo que estaban tirando su familia. Fue una situación muy delicada y nada agradable».
El técnico también reconoció la dificultad de sobrellevar el episodio: «Es muy difícil sacar de la cabeza este tipo de situaciones. Las llevamos al trabajo y debemos resolverlas. Es algo que genera mucha tristeza. Queremos hablar de fútbol, no de este tema. La palabra que define todo esto es tristeza«.
Vaccari explicó que empezaron a abordar lo sucedido el segundo día posterior al incidente para poder dejarlo atrás: «Más allá de intentar que todo siga con normalidad, no es normal. Muchos chicos tenían familiares que asistieron al estadio y hubo que evacuar a algunos para protegerlos. Con el correr de los días nos propusimos dejar atrás esta situación para poder representar a este escudo de la mejor manera».
Y concluyó: «Esto es un problema cultural y social, ligado a la educación. El fútbol refleja esa realidad. Todos los hermanos sudamericanos debemos trabajar para que no ocurra nuevamente. No estoy preparado para dar soluciones, pero sería bueno que quienes pueden actuar, lo hagan».
Por su parte, el capitán y arquero Rodrigo Rey manifestó: «Lo que pasó en la Sudamericana fue realmente muy triste. Tuvimos mucho miedo por nuestras familias. Vimos que nuestros seres queridos estaban cerca del córner. Son situaciones que uno nunca quiere vivir. No son aceptables».
Y admitió que no fue fácil abstraerse del contexto, que afectó a todo el plantel: «Debemos mantener la mente en lo futbolístico, en poder volver a la senda del triunfo. Pero queremos que lo que pasó no se repita jamás. Ojalá sirva como un llamado de atención para que algo así no vuelva a ocurrir en una cancha de fútbol».
Con su presidente Néstor Grindetti a la cabeza, Independiente ya dejó clara su postura: considera que la Universidad de Chile tiene la mayor cuota de responsabilidad en los violentos disturbios que se generaron en Avellaneda el miércoles 20 por la noche, cuando se enfrentaron en el estadio Libertadores de América por la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Lo que más remarcó Grindetti en su exposición fue que el origen de los disturbios se debió a la violencia que llevó adelante la barra de la U. de Chile, que tendría conexiones con la directiva del club trasandino.
Según la versión que impulsan desde Avellaneda, la U. de Chile atraviesa una interna entre las autoridades que manejan el gerenciamiento de la institución y los movimientos de la hinchada trasandina en el Libertadores de América tienen que ver con ese conflicto.
Para hacer más visible este vínculo entre barras y directivos, trascendió un video en el que se los ve almorzando en el mismo restaurante, ubicado en la calle Lavalle al 900, a pocos metros del Obelisco porteño. La mayoría de las escenas fueron captadas por la cámara de seguridad del establecimiento gastronómico, pero en otra se los observa más de cerca, cantando y desplegando una bandera con los colores de la U y la leyenda «Villa Francia», un barrio tradicional de Santiago de Chile.
Video
Los videos que presentó Independiente
Este material audiovisual sería la carta fuerte por la que apuesta Independiente en la Conmebol, a la espera de que en la casa madre del fútbol sudamericano evalúen los descargos y decidan qué pasará con ambos clubes en la competencia.
Desde Asunción se decidirá si pesa más la responsabilidad de Independiente como club organizador o se toma en cuenta que la violencia germinó a partir de la beligerante actitud de los ultras de la U, más allá de la posterior invasión de la barra local.
¿Qué hará Conmebol? Hay tres posibilidades: clasificar a los chilenos a los cuartos de final, muy a pesar de que sus barras estuvieron cuatro horas rompiendo todo en la Tribuna Pavoni alta, repetir el partido en un país neutral o aceptar que Independiente no es responsable.








