

Los números, por ahora, le cierran a River. Apenas perdió dos partidos en los 90 minutos en lo que va de 2025; tiene más del 60 por ciento de los puntos este año y sigue firme en la triple competencia. Es puntero en un torneo (en el Clausura, líder de la Zona B con 12 puntos), está en cuartos de final en otro (la Copa Libertadores) y en el restante (la Copa Argentina) buscará también esa instancia cuando se enfrente a Unión esta noche desde las 21:15 en el Malvinas Argentinas de Mendoza.
Sin embargo, el sueño de la triple conquista hoy es más una ilusión que una posibilidad real. Es que, al margen de los números, River no tiene un buen funcionamiento como equipo. Y eso se evidencia partido a partido. Marcelo Gallardo todavía no pudo encontrarle la vuelta al circuito de juego y los nombres en la formación inicial varían. Ya sea por bajos rendimientos o por lesiones, un tema que viene complicando mucho al plantel.
Hay futbolistas que en lo individual no rinden y eso también repercute en lo colectivo. Y varios de ellos son refuerzos que se trajeron este año y por los que se hizo una inversión importante. Pero los billetes no juegan, claro. Y la camiseta de River pesa.
Kevin Castaño y Matías Galarza, por citar algunos nombres, tienen dificultades para desenvolverse en la cancha. Giuliano Galoppo alterna buenas y malas. Facundo Colidio por ahora no aparece en los partidos grandes. Miguel Borja está errático desde hace bastante tiempo. Y hasta jugadores de jerarquía como Lucas Martínez Quarta pasan momentos de zozobra.
Gallardo echa mano a los históricos. Que aportan destellos de calidad, voluntad, empuje y ganas, pero no alcanza. Tampoco con que Franco Armani esté en modo súper héroe. O que Marcos Acuña haya levantado o que Gonzalo Montiel vaya al frente aun cuando no le salen las cosas. Los pibes entran y salen. Y habrá que ver si la sintonía en el ataque se modifica con los regresos de Sebastián Driussi y Maxi Salas cuando empiecen a jugar juntos desde el arranque.
En definitiva, River por momentos parece desorientado y confundido y son muchas cuestiones que el Muñeco tiene que atender. Como así también el esquema. ¿Es conveniente seguir con el 4-3-3 o mejor pasar a jugar con 4 volantes y 2 puntas?
“Un buen funcionamiento se logra siendo regular, con la continuidad de partidos, no teniendo altibajos. Cuando vas sumando partidos y vas recuperando jugadores que tengan continuidad, creo que eso te da cierta confiabilidad, pero bueno, en estos tiempos hemos sufrido lesiones importantes que no nos permitieron darle continuidad al juego que veníamos teniendo”, analizó Gallardo en una de sus últimas conferencias de prensa.
Así y todo, a pesar de tener complicaciones, River sigue adelante y va por todo. Esa es la exigencia del club, aun cuando el juego está lejos de brillar como le gusta al paladar riverplatense. Y ante Unión, en un partido que seguramente será muy peleado, dado que el Tatengue tuvo un arranque aceptable en el Clausura y está en puestos de clasificación, el Millonario buscará continuar por la senda triunfal. Y ser así prácticamente el único que siga en vigencia en pelea por la triple corona.
El otro es Racing pero está muy flojo en el Clausura. Justamente, La Academia puede ser rival de River en los cuartos de final de la Copa Argentina si el conjunto de la banda roja supera a Unión.








