Sara Flamenco

El verano puede suponer un obstáculo para mantener una alimentación equilibrada. Pasas más tiempo fuera de casa, se improvisan planes y a veces tienes que comer en cualquier sitio. Pero aunque sea más difícil, siempre hay opciones saludables para que tu dieta no se resienta si tienes un poco de previsión y te pones las pilas.

Jaume Giménez, nutricionista de Dia, nos ha propuesto una serie de snacks saludables para picar entre horas sin descuidar la alimentación. Opciones nutritivas, sabrosas y sanas para mantener una alimentación equilibrada también durante las vacaciones. En este sentido, el experto apuesta por los snacks con alto contenido proteico porque proporcionan una recarga energética bestial para seguir el ritmo de los días más activos del verano.

TAMBIÉN TE INTERESA

Snacks proteicos y fáciles de hacer para un picoteo saludable

Los snacks protéicos te ayudarán a calmar el apetito rápidamente, por lo que no comerás en exceso. «Estos alimentos ayudan a mantener la saciedad durante más tiempo, complementan la cantidad diaria de este importante macronutriente y aportan energía sostenida a lo largo del día. Combinar los snacks de proteínas con alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y vegetales permite lograr un equilibrio perfecto«, asegura Jaume Giménez. Estas son las tres ideas prácticas, nutritivas y deliciosas que ha compartido con nosotros:

1. Rollitos de pavo y queso: sólo tienes que extender una loncha de pavo y ponerle encima una tira de pepino y otra de queso bajo en grasa. Enrolla el pavo alrededor y agrégale un toque de mostaza de Dijon si te gusta el sabor. Puedes hacer varios y guardarnos en la nevera para tener un snack rápido, nutritivo y muy, muy rico.

2. Yogur griego con frutos rojos y almendras: sirve una porción de yogur griego natural en un bowl y aádele una generosa cantidad de frutos rojos por encima (fresas, arándanos, frambuesas…) A continuación expolvorea almendras laminadas o picadas por encima y, si quieres un extra de dulce, puedes añadirle un chorrito de miel. «Este snack es perfecto para después del gimnasio o como desayuno rápido», asegura Giménez.

3. Hummus con palitos de verduras: para hacer un hummus rápido y tremendamente rico, sólo tienes que batir un bote de garbanzos (con su líquido), dos cucharadas soperas de tahini, el zumo de medio limón, un ajo, sal, comino en polvo y aceite de oliva virgen extra hasta obtener una pasta homogénea. Corta zanahoria, apio, pimientos y/o pepino en tiras y unta las verduras en el hummus.

Los frutos secos, el mejor snack para el verano

Estas tres opciones son muy fáciles de preparar, pero no siempre tenemos tiempo ni siquiera para esto. Si el hambre te pilla por la calle, lo mejor que puedes hacer para calmarte es tener a mano unos frutos secos. «Estos alimentos, fáciles de transportar e ideales para una recarga rápida de energía durante el día, son excelentes aliados para controlar el apetito gracias a su alto contenido en proteínas, fibra y grasas saludables. Estos nutrientes ayudan a prolongar la sensación de saciedad, evitando los picos de hambre y reduciendo la necesidad de picar entre comidas«, señala Jaume Giménez. Estos son los beneficios de los frutos secos:

1. Ricos en nutrientes: los frutos secos son una fuente excelente de proteínas, fibras, vitaminas y minerales esenciales. Eso sí, no deberías pasarte de unos 20 a 30 gramos al día, lo que equivale a un pequeño puñado. Esta porción aporta nutrientes esenciales sin un exceso de calorías o grasas. Y recuerda que siempre es preferible que sean naturales o tostados sin sal.

2. Salud cardiovascular: los frutos secos mejoran la salud cardiovascular porque son ricos en grasas saludables, especialmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL). Además, contienen antioxidantes, fibra y minerales como el magnesio, que favorecen una buena circulación y disminuyen el riesgo de enfermedades del corazón.

3. Alimento sostenible: los frutos secos son un alimento sostenible porque requieren menos agua y emiten menos gases de efecto invernadero en comparación con otras fuentes de proteínas, como la carne. Además, tienen una larga vida útil, lo que reduce el desperdicio alimentario, y suelen cultivarse en sistemas que favorecen la biodiversidad y el suelo.

TAMBIÉN TE INTERESA