
La sal, un ingrediente popular en las cocinas, suele asociarse con la preparación de alimentos, ya sea para realzar los sabores o como condimento en distintos platos.
Sin embargo, gracias a sus propiedades, es posible utilizarla para tareas de limpieza en la cocina, por ejemplo.
Un artículo de la Universidad de Hawái, Mānoa, explica que la sal, o cloruro de sodio (NaCl), es un mineral esencial para la vida. Se le considera uno de los condimentos más antiguos y principalmente se aprovecha en la cocina.
Lo “salado” es uno de los 5 sabores básicos que puede percibir el ser humano, junto con el dulce, ácido, amargo y umami. Cuando dicho mineral se disuelve en soluciones o alimentos, se descompone en iones de sodio y cloruro, siendo básicos en la dieta humana.
En particular, el sodio es fundamental para el funcionamiento del organismo, ya que desempeña tareas en el sistema nervioso y muscular, regula los fluidos corporales y contribuye al control de la presión y el volumen sanguíneo. No obstante, su consumo debe mantenerse dentro de ciertos límites para evitar efectos negativos.
Si bien la sal es comúnmente utilizada en la cocina, el sitio especializado Healthline señala que también puede encontrarse en medicamentos y, de manera menos esperada, en productos de limpieza para el hogar.
La sal de mar es un mineral con propiedades abrasivas, desinfectantes y absorbentes. Dichas cualidades la convierten en una aliada para eliminar la suciedad, neutralizar malos olores, desinfectar superficies y remover manchas.
Y es que sus compuestos pueden combatir ciertos tipos de bacterias, sobre todo cuando se absorben eficazmente en el agua. Este proceso interfiere con la ósmosis, mecanismo mediante el cual el agua sale de la célula bacteriana para equilibrar las concentraciones de sal.
Al perder agua, las proteínas bacterianas (como las enzimas) dejan de funcionar y, finalmente, la célula colapsa. Desde luego, hay bacterias que son más resistentes como la Staphylococcus.
Como podrás ver, la sal es un gran elemento para las tareas de limpieza. En el caso de los platos, su efectos abrasivo puede dejar su superficie reluciente y libre de microorganismos.
Si quieres aplicar el hack, estos son los pasos:
De igual manera, este condimento puede utilizarse para remover la grasa y los restos de alimentos que se acumulan en hornos, parrillas o charolas. Aquí, la sugerencia es mezclar sal con bicarbonato de sodio hasta formar una pasta; luego se aplica sobre las superficies, se deja reposar 30 minutos y, al final, el utensilio se lava como de costumbre.
La sal no solo realza sabores en la cocina, también puede convertirse en una herramienta eficaz y natural para mantener limpios tus platos favoritos.