Tamara Vila

Imagina estar de pie en la postura del árbol con una pierna levantada y los ojos cerrados. El mundo cambia a tu alrededor, pero tú permaneces quieta, conectada a tierra y en sintonía perfecta contigo misma y con el universo. Ya sea que te cueste encontrar estabilidad en una postura de yoga de pie o que estés peleando con el estrés laboral, el yoga es una herramienta poderosa que puede mejorar el equilibrio y coordinación a los 50 y más allá.

El yoga aporta una gran cantidad de beneficios para el cuerpo y la mente. Desde aliviar el dolor de cuello hasta mejorar la salud intestinal. Ofrece un camino totalmente natural hacia la sanación y el bienestar holísticos. Pero un beneficio del yoga que a menudo pasa desapercibido es el equilibrio y coordinación, algo esencial que se asocia con la calidad de vida a partir de los 50.

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El equilibrio es esencial en la vida diaria, ya que te ayuda a realizar tareas sencillas como pasear al perro o incluso sentarte frente al ordenador. Sin embargo, a medida que sumas años, esta habilidad innata comienza a debilitarse. Mediante posturas y ejercicios de yoga de pie, puedes ajustar la respuesta de tu cuerpo a la gravedad y fortalecer los músculos vitales que te sostienen en los movimientos cotidianos. El yoga para el equilibrio también ofrece una profunda sensación de estabilidad y armonía interior.

Fortalece los músculos

En las sesiones de Hatha Yoga, practicas posturas de pie estáticas y dinámicas que involucran y fortalecen grupos musculares importantes necesarios para mantener el equilibrio, especialmente la parte inferior del cuerpo. Por ejemplo, en posturas de equilibrio como la Postura del Árbol (Vrikshasana) o las 5 Posturas del Guerrero, se activan y fortalecen los músculos de las piernas, el core e incluso los pequeños músculos estabilizadores de los pies y los tobillos.

Al trabajar y fortalecer estos músculos con regularidad, puedes mantener la alineación de la cadera, mejorar la postura corporal y aumentar la estabilidad en las actividades diarias. Si pasas demasiado tiempo en una mala postura, ya sea por el trabajo u otras causas, el yoga puede ser una solución de primera a los 50.

Mejora la conciencia corporal

Las posturas de equilibrio del yoga y el trabajo de respiración agudizan tu sentido de propiocepción, que no es otra cosa que la capacidad del cuerpo para percibir su ubicación, movimientos y acciones sin mirar. En el yoga, se anima a conectar el cuerpo con la respiración. Al pasar de una asana a la siguiente, se vuelve más consciente de la posición de cada extremidad, la inclinación de la pelvis y la alineación de la columna vertebral. Esta mayor conciencia ayuda a mejorar el equilibrio al sintonizar mejor con la posición del cuerpo en el espacio.

Acelera el tiempo de reacción

Los estudios sobre el yoga para el equilibrio demuestran que puede mejorar con éxito los tiempos de reacción visual y auditiva. Por ejemplo, las posturas de equilibrio desafiantes, como la postura de la media luna (Ardha Chandrasana), requieren un mayor nivel de concentración. Al mejorar tu atención, puedes reaccionar más rápido ante momentos impredecibles.


Mujer practicando yoga en casa.


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Esta habilidad puede reducir lesiones y mejorar nuestro rendimiento físico en todo tipo de actividades, tanto en la vida diaria como en cualquier práctica deportiva, ya sea caminar, correr, hacer senderismo o practicar yoga. Lograr un buen tiempo de reacción es uno de los detalles de calidad de vida que suele pasar inadvertido a partir de los 50.

Mejora la coordinación

Las posturas de equilibrio complejas y las secuencias fluidas del yoga, como las de los estilos Vinyasa o Ashtanga, permiten que el cuerpo se mueva con naturalidad y armonía de una postura a otra. Si bien al principio resulta desafiante, este movimiento fluido entrena al cuerpo para coordinar eficientemente los diferentes grupos musculares. El resultado es una mejor coordinación neuromuscular y una mayor conciencia corporal, concentración y control.

Fomenta la estabilidad emocional y energética

Más allá de los beneficios físicos, el yoga también promueve el equilibrio mental, emocional y energético. La meditación en el yoga promueve la atención plena y la introspección, ayudándote a trascender los estados mentales distraídos y a alcanzar la paz y la calma definitivas. Junto con ejercicios de respiración relajantes y posturas de yoga, esta técnica puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad e incluso la depresión.

Estimula el sistema nervioso

Los estudios han mostrado el impacto del yoga y los ejercicios de respiración en el cerebro, ayudando a estimular la parte del sistema nervioso responsable del descanso y la relajación. Un ejemplo es la respiración alterna por las fosas nasales (Nadi Shodhana), un ejercicio de respiración diseñado para equilibrar los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.

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