Para disfrutar de obras de arte únicas en España no es necesario adentrarse en ningún museo, aunque es cierto que tenemos la enorme suerte de contar con pinacotecas que bien merecen una visita. A veces, basta con estar atentos a esos detalles inesperados que inundan cada rincón del país, aunque algunos no estén precisamente a la vista.
Repartidos por toda la geografía española podemos encontrar verdaderos tesoros ocultos que ponen de manifiesto la riqueza patrimonial del país. Desde restos arqueológicos con siglos de historia hasta edificios ancestrales que marcan la diferencia en las localidades más sencillas, pasando por edificios que esconden manifestaciones artísticas comparables a las obras más famosas de la Historia.
Este último caso es el que se da en la ermita de Nuestra Señora del Ara, o como se le conoce popularmente, la Capilla Sixtina extremeña. Ubicada en plena Sierra Morena, a escasos kilómetros del municipio de Fuente del Arco, esta ermita del siglo XIV se ha convertido en uno de los destinos predilectos para los turistas que visitan Extremadura. Y no es de extrañar, pues su singularidad es tal que además de atraer a multitud de curiosos y amantes del arte también le ha valido la distinción de Bien de Interés Cultural que consiguió en 2018.
Lo más sorprendente de esta ermita es que la apariencia de su exterior no puede ser más sobria y sencilla: en color blanco y de estilo tradicional, nada a simple vista puede vaticinar lo que se esconde en el interior de este edificio rodeado tan solo por un mar de olivos. Si bien es cierto que el carácter bucólico de interior invita a entrar en un clima de recogimiento y paz antes de conocer su interior, la sorpresa de ver por primera vez esta ermita es única e igual para todos.
Exterior de la ermita de Nuestra Señora del Ara.
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Por qué se llama la Capilla Sixtina extremeña
El sobrenombre tan sugerente que recibe esta ermita se debe a las pinturas que decoran su interior en su totalidad. Es una manifestación artística única en el país que no puede más que remitir a la obra maestra de Miguel Ángel en Roma, aunque con ciertos matices especiales que dotan a esta ermita de una belleza singular y digna de contemplar.
Su bóveda de medio cañón está completamente decorada con escenas del Génesis que se extiende por las paredes y que se completan con otras imágenes religiosas y motivos ornamentales que crean un efecto trampantojo. Aunque la estructura de la ermita y sus elementos arquitectónicos la ubican en el estilo gótico-mudéjar, todo apunta a que este edificio se construyó sobre un templo anterior, quizás lugar de sacrificio de los romanos según cuenta la leyenda.
Detalle de la bóveda de la ermita de Nuestra Señora del Ara
TURISMO EXTREMADURA
Y es que la ermita de Nuestra Señora del Ara no solo destaca por ser un ejemplo único del arte Español, también por ser un lugar en el que la leyenda se confunde con la historia y es ya parte intrínseca de su identidad. La relación de este lugar con un entorno con fama de mágico viene de tiempo atrás, y es que se encuentra muy cerca del manantial conocido como la Madre del Agua al que se le atribuían poderes sobrenaturales entre las civilizaciones precristianas.
Pero si hay una leyenda que marque la esencia e identidad de esta ermita y su entorno, esa es la de la Virgen de Ara, que durante siglos se ha transmitido de generación en generación y ha llegado hasta nuestros días. Según narra esta historia, la princesa Erminda vivía en la región con su padre, el rey Jayón, que era ciego. Ambos eran musulmanes, pero un día se le empezó a aparecer la Virgen a Erminda, que veía a una majestuosa joven brillando en la copa de una encina. La Virgen le prometió que le devolvería la vista a su padre si se convertían al cristianismo. La princesa y el rey cambiaron de religión y éste recobró la vista.
El origen de esta ermita tal como la conocemos ahora tiene mucho que ver con esta historia. En agradecimiento por el milagro, comenzaron a construir una capilla en honor a la Virgen, pero ésta la destruía cada noche porque no era el lugar que quería. La ermita actual se encuentra sobre la encina en la que la Virgen se apareció a Erminda por primera vez. En el interior de este edificio podemos encontrar una imagen de esta Virgen presidiendo el Altar Mayor y que es el mejor símbolo de cómo religión, arte y fervor popular se dan la mano para crear enclaves únicos que evidencian la riqueza y belleza de la cultura en España.












