
Super/Man: La Historia de Christopher Reeve (Super/Man: The Christopher Reeve Story, 2024) narra tanto cuestiones de la vida privada como profesional del actor, director y activista norteamericano Christopher Reeve (1952-2004). El largometraje escrito y dirigido por Ian Bonhôte y Peter Ettedgui gira principalmente en torno a tres ejes: la carrera artística de Reeve, el accidente casi mortal que le ocasionó una parálisis del cuello para abajo y su activismo en favor de los tratamientos para lesiones de médula, las investigaciones con células madre y los derechos para personas parapléjicas o tetrapléjicas.
El documental Super/Man: La Historia de Christopher Reeve es una obra cuyo resultado es muy emotivo y dinámico para el público, dado a sus vaivenes temporales que oscilan especialmente entre antes y después del accidente. Además de que es muy abarcativo, puesto que cuenta con abundante material de archivo y los testimonios de muchas celebridades cercanas a Reeve como Glenn Close, Whoopi Goldberg, Susan Sarandon, Jeff Daniels, Richard Donner -director de Superman (1978)-, Pierre Spengler -productor de Superman- y también el relato de sus tres hijos Matthew, Will y Alexandra, como así también con otras personas de su entorno íntimo. Además, se exhiben momentos muy cómicos y tiernos sobre su amistad con Robin Williams, como se dice en documental el dueto de “Superman y Popeye”, lo cual se vuelve doblemente conmovedor porque ambos han fallecido y de forma prematura, y siguen siendo muy queridos y recordados por la audiencia.
Tras su formación actoral prestigiosa en el conservatorio de artes Juilliard en Nueva York y su experiencia teatral, Reeve decidió -a pesar del prejuicio del contexto- presentarse al casting del papel que cambiaría su vida: Superman (1978). Debido a su physique du rol, tanto facial como su gran altura y su atletismo, era perfecto para interpretar al superhéroe de los comics en la pantalla grande. Este personaje lo llevó al estrellato inmediatamente y se ganó el cariño del público. Sin embargo, al mismo tiempo a pesar de actuar en diversas películas, ninguna alcanzó este éxito. En cierto modo, el actor quedó arraigado al texto-estrella de superhéroe, lo cual dio como resultado lo que uno de los testimonios define como “secuelitis”, la enfermedad que padece Hollywood puesto que a lo largo de los años se realizaron las secuelas Superman II (1980), Superman III (1983) y Superman IV (1987), todas ellas protagonizadas por Reeve, quien siempre se mostró comprometido con su trabajo, sin importar cuál fuera el personaje o la tarea artística a desempeñar.
En adición, el documental constantemente reflexiona sobre cómo funcionó Reeve dentro del star-system y su texto-estrella de héroe de acción, y no cualquier héroe, estamos hablando del superhéroe que podía volar y que era “inquebrantable”, “irrompible”. El título de la obra realiza un juego gramatical separando el tradicional Superman por “Super/Man”, separando al hombre del personaje. Su condición de super-star hizo que en un punto para le público el actor sea indiscernible de su personaje, por eso su accidente produjo un doble impacto en los espectadores, su rol como Superman estaba tan asentado en la identidad cultural popular y su figura producía tanta admiración que la tragedia de su accidente parecía una ironía del destino. Asimismo, el largometraje también recurre a la metáfora visual de una escultura de figura esbelta de Reeve como una deidad que es venerada, y que según avanza el relato le aparecen quiebres y piedras verdes como la kryptonita.
En consecuencia, la pieza se pregunta ¿qué es un héroe? ¿Puede considerarse entonces a Reeve uno? ¿Era Christopher un superhombre? Lo cierto es que aprovechando la fama mundial que interpretar a Superman le había proporcionado, se convirtió en filántropo y activista, sin imaginarse que trece años después experimentaría estas dificultades físicas en primera persona. Tarea que a partir de allí cobró mas fuerza en su fundación Christopher and Dana Reeve Paralysis Foundation, liderada junto a su esposa Dana, con quien estuvo en pareja de 1987 a 2004, brindando ayuda y esperanza a muchas personas con situaciones similares. Quizás, una objeción que puede plantearse sobre el documental, es que no se incluye la participación de Christopher en la serie sobre los inicios de Superman, Smallville (2001-2017), donde interpretó en un par de episodios al Dr. Virgil Swann (2003-4), con gran éxito de audiencia y que volvieron a resignificar y mantener vigente su texto-estrella. Sin embargo, es un documental muy completo y logra representar varias aristas de su personalidad. Sin dudas, rinde un sentido y cálido homenaje a un hombre que ha dejado su huella en el mundo.








