Lionel Messi volvió a jugar en Argentina después de 333 días. No lo hacía desde noviembre del año pasado, cuando la Selección cayó con Uruguay en la Bombonera y perdió el largo invicto que ostentaba desde aquella derrota ante Arabia Saudita en el olvidable inicio del inolvidable Mundial de Qatar 2022. Cómodo con el campo de juego del Monumental, la Pulga empezó a mostrar a cuentagotas su talento. Un caño, un pase al vacío para Tagliafico, una doble pared con Julián Álvarez…

Hasta que a los 18 minutos llegó al gol. Fue todo mérito de la presión, una marca registrada de la Scaloneta, de Lautaro Martínez sobre el zaguero Marcelo Suárez. El Toro trabó y la pelota le cayó a Leo, sólo frente a Guillermo Viscarra. Definió de zurda, contra el primer palo, dejando sin chances al arquero de Bolivia.

Fue su 110° gol en 189 partidos en la Selección Argentina. Así dejó atrás al iraní Ali Daiei, que llegó hasta 109 y volvió a recortar distancias con respecto a Cristiano Ronaldo, que acumula 133 gritos con Portugal.

Fue además su 32° grito en partidos por Eliminatorias Sudamericanas. Allí lidera las estadísticas y comienza a escaparse de su compadre, Luis Suárez, recién retirado de Uruguay, que quedó en 29.

En la carrera por ser el máximo goleador de la historia del fútbol, Messi llegó a los 844 tantos como profesional. Allí también secunda a CR7, quien también no detiene su marcha y ya acumula 906.