Sara Flamenco

La comunicación es clave en las relaciones
, tanto de amistad como de pareja, pero justo es una de las cosas que más falla. Y es que a veces no importa el cuidado que pongas elegir las palabras correctas para hablar con una persona, que
la conversación se acaba convirtiendo en una discusión.

Pero es que muchas veces no es tan importante lo que dices, sino cómo lo dices. Y es ahí donde entra en juego el método 7-38-55, una técnica creada en los años 70 por el psicólogo Albert Mehrabian que ayuda a mejorar la comunicación para evitar roces innecesarios en las relaciones.

Esta regla sugiere que solo el 7% del impacto de un mensaje proviene de las palabras que utilizamos, mientras que el 38% está relacionado con el tono de voz y el 55% con el lenguaje corporal. En resumen, lo que decimos es importante, pero cómo lo decimos y lo que transmitimos con nuestro cuerpo lo es aún más.

Esto es especialmente importante en las conversaciones que tratan sobre sentimientos y emociones, puesto que a veces, las palabras se nos quedan cortas para expresar lo que estamos sintiendo. En este tipo de conversaciones, el lenguaje no verbal es crucial.

Pero, ¿qué pasa cuando el lenguaje verbal y el no verbal no coinciden? Que en ese caso, las personas tienden a
confiar más en lo que perciben a través del tono de voz y el lenguaje corporal que en las propias palabras. Y es que muchas veces tendemos a decir cosas que verdaderamente no sentimos pero, aunque creas que disimulas bien, generalmente te pillan.

Según la regla del método 7-38-55 el lenguaje no verbal es más importante que las palabras. / Imagen: Escena Big Little Lies

Cómo funciona el método 7-38-55 en pareja

Una gran parte de las discusiones de pareja provienen de la falta de coherencia entre lo que decimos y cómo lo transmitimos. O al menos eso es lo que nos enseña el método 7-38-55. ¿Cuántas veces le has dicho a tu pareja que no te pasaba nada pero, en realidad, sí que te pasaba?

Aunque no lo creas,
tu pareja se centra muy poco en tus palabras. El 93% de lo que él interpretará dependerá de tu tono de voz y tus gestos, más de lo que le hayas dicho. Así que si le hablas con una postura cerrada o un tono de voz monótono o molesto, te pillará seguro.

La próxima vez que tengas un momento de tensión con tu pareja o sientas que la conversación se está complicando, trata de aplicar esta regla. ¿Y cómo? Prestando
atención a tu lenguaje corporal y tu tono de voz, para que coincidan con tus palabras, especialmente en las discusiones sentimentales.

El método 7-38-55 es muy útil para mejorar la comunicación en la pareja, sí, pero también puede
utilizarse en otros ámbitos. En negociaciones laborales o cuando tienes que transmitir algo a tus trabajadores, la coherencia entre lo que dices y tus gestos es clave para transmitir credibilidad.

Este sencillo método se ha convertido en una herramienta esencial para aquellas personas que buscan
mejorar su comunicación y evitar discusiones innecesarias, tanto en su vida personal como profesional. Porque recuerda, el 93% lo transmites con tu cuerpo, no con tus palabras.