lunes 16 de septiembre de 2024

La segunda temporada de Tulsa King retoma la historia justo donde la dejó la primera entrega. Dwight Manfredi (Stallone), engañado por una agente del FBI, se encuentra en prisión, pero logra salir bajo fianza gracias a la intervención de su hija. Al regresar a Tulsa, busca expandir su imperio a través de parques eólicos, utilizando esa energía para producir marihuana de manera legal. Sin embargo, en su intento de formalizar su negocio, se enfrenta a un nuevo villano que ve amenazados sus propios intereses.

El primer episodio de esta temporada reafirma tanto los aspectos negativos como positivos de la serie. En el lado negativo, el formato televisivo predomina, con personajes enfrascados en largas conversaciones que arman y desarman situaciones. La acción queda relegada, siendo las interacciones verbales el verdadero motor de la trama. Aunque se incluyen algunas escenas de pelea para hacer honor a Stallone, la mayor parte del conflicto se resuelve en diálogos, más fáciles y rápidos de filmar.

En el lado positivo, Taylor Sheridan profundiza aún más en su estilo crítico sobre las regiones de Estados Unidos y sus disputas de poder. La familia que Manfredi ha construido en Tulsa se consolida y busca expandirse a nuevos territorios, reflejando claramente las diferencias geográficas y culturales. La rivalidad entre los vaqueros rurales, los mafiosos neoyorquinos y los reservados hombres de Kansas representa un choque de culturas que es el corazón de los conflictos de esta temporada.

Stallone, quien también participa en los guiones, imprime a su personaje ese carisma característico y frases contundentes que lo han acompañado desde Rocky (1976). Otro punto destacable es el extravagante y colorido vestuario de Manfredi y su pandilla, que añade un toque semi-caricaturesco a los personajes y contribuye a la estética particular de la serie.

Aunque la segunda temporada de Tulsa King no introduce grandes novedades respecto a la primera, Stallone demuestra una vez más su habilidad para revitalizar a sus personajes. Justo cuando parecen acabados, siempre encuentran la forma de levantarse para otro round más.