En un partido que se esperaba tranquilo, con toda la expectativa previa de un equipo que llega a la copa como candidato, con un grupo unido y un Messi en buen momento, estaba todo dado para que el día fuera alegría y fiesta, algo que no pudo ser.

Arranco bien el psrtido, Argentina tocando, Messi activo, el medio ganando y rápidamente el seleccionado contó con una situación clara en los pies de Lionel, que atajo muy bien el arquero, que a la postre sería una de las figuras de la cancha, pero que nada pudo hacer ante la siguiente jugada, en un agarron a paredes dentro del área, que Messi canbio por gol.

1 a 0 y aamanejar 3l partido; una Argentina que tiraba muchos pelotazos buscando el espacio, pero que eran contrarrestado muy bien por la defensa saudí, achicando hacia adelante y dejando en posición adelantada a varios de los nuestros, que convertían pero eran invalidados.
En ese primer tiempo Argentina tenia la pelota pero no era profundo y no jugaba bien, pero le alcanzaba pata ganar.

Ya en el complemento, cinco minutos fatales cambiaron el trámite; en una pérdida en la mitad de cancha, tras un toque y una corrida excelsa de Al-Shehri, con mejor definición y un golazo de S. Al Dawsari ante la atenta mirada de los defensores, se fueron la calma y la tranquilidad en el seleccionado. Argentina tubo que salir a remar un partido como hacia mucho no le pasaba y no encontraba la manera. Rápido el técnico metió mano con los ingresos de Alvarez y Fernández, entre otros, que mejoraron en algo el traslado, pero que no lograron darle profundidad al ataque. Aún así, la selección tubo algunas situaciones para marcar pero se encontró con un srquero y una defensa segura, alta, que ganó siempre de cabeza y fue infranqueable ante un ataque argentino que se volvió anemico.

Finalmente, no sólo preocupa la derrota, sino el ánimo del plantel y el hecho de que Argentina no fue Argentina y perdió ante uno de los supuestos más débiles del grupo, además de que el rival ganó corriendo, metiendo y de a ratos jugando, lo que hace más preocupante el porvenir.

Ahora a soñar en ganarle a México el sábado y mejorar nuestro fútbol, recuperando la identidad. No es la primera vez que perdemos el primer partido, pero será duro revertirlo. Pero el sueño está intacto y los grandes campeones deben saber salir de momentos adversos…

Guillermo Boris

Resumen

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