Primero de todo, una curiosidad: ¿sabías que la cafeína es el activo más utilizado para el contorno de ojos porque rejuvenece cuerpo y mente? Pero seguro que en este artículo vas buscando otra cosa: principalmente, saber si haces bien en tomar cafeína y qué tipo es mejor. Si eres de las que la necesitas para activarte, no sufras. Si la consumes en dosis moderadas, no pasa nada y además encontrarás estupendos beneficios para la salud. Eso sí, procura que sea siempre natural y huye en la medida de lo posible de la artificial. Cuidado con las bebidas energéticas, por ejemplo.

A casi todo el mundo le parece una gozada disfrutar de esa primera taza de café o té caliente en una bonita mañana de otoño. No solo está rica, sino que te pone las pilas. Son fuentes naturales de cafeína, el estimulante más utilizado en todo el mundo. Pero a pesar de que se suele agregar a muchos productos, en realidad la cafeína se encuentra naturalmente en solo unos pocos alimentos y bebidas. De ahí que muchas veces se recurra a la química.

¿Qué es la cafeína natural y qué es cafeína artificial?

La cafeína natural es el tipo de cafeína que se encuentra naturalmente en alimentos como el café, el té y el chocolate. Actúa bloqueando en tu cerebro los receptores de adenosina, un neurotransmisor que relaja tu materia gris y te hace sentir decaída. Lo que hace la cafeína es evitar que tu cerebro se dé cuenta de que estás cansada, razón por la cual es tan eficaz para combatir la somnolencia y te ayuda a permanecer más activa.

La cafeína artificial se produce en un laboratorio. Por lo general, se agrega a alimentos y bebidas envasados como refrescos, zumos, chicles, dulces o bebidas energéticas. La estructura química de la cafeína sintética es casi igual que la de la cafeína natural y tienen efectos similares en tu organismo y la forma de percibirla.

¿Por qué debes elegir cafeína natural?

La respuesta es muy sencilla: los alimentos ricos en cafeína natural son ser más ricos en nutrientes y otros compuestos beneficiosos en comparación con la artificial. Por ejemplo, el café contiene magnesio, potasio, manganeso, fósforo y varias vitaminas B. También ofrece cantidades variables de antioxidantes, que son compuestos beneficiosos que ayudan a proteger al cuerpo de daños y enfermedades.

Por su parte, las bebidas gaseosas y energéticas, dos de las principales fuentes de cafeína agregada, generalmente carecen de estos compuestos beneficiosos. Esto explica en buena parte por qué el café está relacionado con beneficios para la salud como una menor probabilidad de desarrollar enfermedades cardíacas y ciertos cánceres, mientras que los refrescos y las bebidas energéticas no aportan nada en materia de salud.

Otro buen motivo para elegir la natural es que los alimentos que contienen cafeína sintética a menudo contienen otros compuestos que por lo general no deberías incluir en tu dieta. Por ejemplo, los refrescos suelen contener grandes cantidades de azúcar procesada, asociadas a cosas como obesidad, diabetes tipo 2 o enfermedades cardíacas. El café, té, cacao y guaraná son algunas de las pocas fuentes naturales de cafeína. Apuesta por ellas, pero siempre con moderación.

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