¿Cuándo es el mejor momento para hacer deporte, por la tarde o por la mañana? ¿Tú también te has hecho esa pregunta alguna vez? Pues tenemos la respuesta. Ya te adelantamos algo en el artículo sobre si era bueno o no salir a correr en ayunas, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en cómo afecta la hora del día a tu entrenamiento (¡y a tu cuerpo!).

Son muchos los que prefieren hacer deporte por la mañana, nada más levantarse. ¿Los motivos? Les parece una buena forma de empezar el día con un plus de energía debido a las endorfinas que liberan durante sus prácticas deportivas y les ayuda a afrontar la jornada de mejor humor y con la sensación de haber cumplido ya con la parte del entrenamiento.

Además, los hay incluso que optan por hacerlo en ayunas, práctica que según diversos expertos facilita la pérdida de grasa y aumenta la sensación de energía. Por si esto no fuera suficiente, entrenar en esta franja del día hace que tengas más luz, lo que favorece los ritmos circadianos de tu cuerpo y favorece la creación de hábitos, por lo que será más difícil que abandones tu rutina.

Sin embargo, otros prefieren entrenar a media mañana (momento en el que los niveles de testosterona en sangre están más altos, lo que favorece el desarrollo de los músculos), aprovechar el descanso de la comida en la oficina o entrenar a primera hora de la tarde, alrededor de las cinco. Este último caso, según los expertos, es una franja óptima para los que se levantan sobre las siete de la mañana y se acuestan a las once de la noche, porque es el momento en el que su temperatura corporal es más alta, lo que favorece el entrenamiento.

Pero el grupo mayoritario, que compite solo con los madrugadores, es el de última hora de la tarde. Entre los que se decantan por esta última opción destacan los que la eligen porque pueden acoplar así sus horarios a los de sus amigos y acudir juntos al gimnasio o aquellos que la utilizan como desconexión de la jornada laboral, un punto de inflexión en el día que les permite quitarse de la cabeza las tensiones y el estrés acumulado con el que llegan a la tarde.

¿Y entonces? ¿Cuál es la mejor hora? La respuesta es: depende. Dicen los expertos que la mejor hora es aquella en la que seas capaz de dar tu mejor potencial. Hay personas que funcionan muy bien a primera hora de la mañana y otros para los que madrugar es un suplicio. Así que elige la hora con la que puedas comprometerte y aquella en la que seas capaz de mantener tus buenos hábitos y prácticas sin tirarlos por la borda a la primera de cambio.

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