Parece inofensiva y casi un juego de niños… hasta que la pruebas. La rueda abdominal ha ganado adeptos en los últimos años -igual que el squat– por su facilidad de uso (cuando le pillas el truco y la musculatura empieza a acompañar), su precio y lo más importante: sus resultados. Es el aliado perfecto para conseguir un vientre plano en poco tiempo. Y si quieres hacer un completo y acabar con los rollitos de la espalda, no te pierdas todo lo que esta máquina del gimasio puede hacer por ti.
¿Cómo funciona? El mecanismo es muy simple. Cuentas con una rueda de pequeño tamaño atravesada por un eje a cuyos extremos deberás agarrarte. Con una posición de cuadrupedia, deberás mantener las rodillas en el mismo sitio y dejar que tu cuerpo avance –con los brazos extendidos, como si fueras a tirarte de cabeza- mientras la rueda corre.
Entre sus beneficios no solo está el gran trabajo del core central que te ayudará a conseguir un abdomen tonificado sino que, además, es un fantástico ejercicio para fortalecer espalda, tonificar brazos y cuádriceps, trabajar hombros y mejorar la postura.
Eso sí, es muy importante que prestes atención a la postura que haces al avanzar con la rueda y no fuerces una hipertextensión de columna. Fíjate en esta imagen.
Para hacerlo correctamente tienes que pensar en meter culo, lo que hará que tu pelvis esté neutra o en retroversión.
Y si quieres un truco extra, apunta: si te parece que el ejercicio es muy complicado cuando empiezas y no puedes recoger y volver a la posición inicial, ayúdate de una pared. En lugar de hacer el ejercicio en un espacio abierto sin límites, colócate frente a una, de modo que haga de tope. El recorrido será menor y te resultará mucho más fácil. Conforme vayas avanzando podrás ir ganando distancia respecto a la pared y finalmente, con una musculatura un poco más trabajada, ni siquiera la necesitarás para completar el ejercicio correctamente.
