La primavera y el verano tienen muchas cosas buenas cuando hablamos de entrenamiento: podemos cambiar el gimnasio por una rutina de exterior y aprovechar para hacer deportes que durante el resto del año están algo más vetados, como los acuáticos. Pero también hay que ser capaz de vencer la pereza porque la parte mala de estas estaciones, en lo que a acondicionamiento físico se refiere, es que en cuanto salen los rayos de sol nos cuesta un mundo cumplir las rutinas en lugar de irnos a alternar.

Sin embargo, ¿por qué renunciar? Tenemos cinco consejos para que tu puesta a punto este verano no se quede en un intento y para que puedas seguir entrenando ahora que hace buen tiempo sin necesidad de renunciar a otros planazos. ¿Preparada?

Un poquito de marcha para el cuerpo

Y no, no nos referimos a que te vayas de fiesta hasta las tantas. La cosa está más bien pensada para que sustituyas los traslados en coche o en transporte público por paseos a buen ritmo. Queda con tus amigos, apúntate a los planes que salgan…pero cálzate unas zapatillas cómodas y haz el trayecto caminando. Y si le coges el gustillo aprovecha que el sol aún no quema y redescubre tu ciudad o tu pueblo a base de caminatas.

La unión hace la fuerza

Son muchos los gimnasios que organizan sesiones de entrenamiento en el exterior. Si vives cerca de un parque, es posible que hayas visto a un grupo armado de kettlebells, balones medicinales o sacos de peso. Suelen ser entrenamientos de crossfit al aire libre que, ya te advertimos, hacen que la sesión sea mucho más llevadera. También puedes preguntar en tu gimnasio si hay club de corredores o qué otras actividades tienen adaptadas para realizar fuera de las instalaciones.

Disfruta con tu mejor amigo

¿Hay un perro en vuestra familia? Si la respuesta es que sí, aprovecha para hacer rutas con él y descubrir sitios nuevos. Ahora que hay menos peligro de lluvia podéis compartir sesiones de senderismo (incluso uniros a algún grupo) o, si estáis algo más entrenados, salir a correr. Eso sí, elige bien las horas a las que sales con él para que no sufra con el calor y pueda disfrutar la experiencia tanto como tú.

Aprovecha las posibilidades de tu casa

Si tienes terraza o jardín, ¿por qué no sacarle partido y montarte tu mini zona de entrenamiento aprovechando los rayos de sol? Solo tienes que tener un poco de sentido común para no hacerlo a una hora en la que te achicharres ¡y usa protección solar!

Recuerda que ya tienes el cuerpo perfecto para lucir bikini o lo que tú quieras

No pierdas de vista que las sesiones de entrenamiento son para hacerte sentir mejor y no debes machacarte. El objetivo es estar sana, en forma –sin obsesionarte con un peso o unas medidas- y activa. No te marques retos imposibles, escucha a tu cuerpo y, sencillamente, disfruta.

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