Se conocen como ejercicios o entrenamiento en suspensión y aunque es cierto que potencia el trabajo del tren superior –especialmente brazos y abdominales- todos tus músculos se activarán en una buena sesión de TRX.

Este sistema de entrenamiento está basado en sostener tus manos o pies en el sistema de anclaje mientras apoyas en el suelo la otra parte del cuerpo. Utilizarás tu propio peso para ejercitar la musculatura del cuerpo entero. Frente a otros entrenamientos de fuerza, las ventajas del TRX radican en el desarrollo de la fuerza funcional, la mejora del equilibrio, la estabilidad de la parte central del core (zona abdominal y parte baja de la espalda) y la flexibilidad.

¿Cómo nació el TRX?

Fue la solución del ejército estadounidense a la falta de espacio y de material que les dificultaba llevar a cabo entrenamientos diarios, pues su situación muchas veces no les permitía entrenar como necesitaban. Así que utilizaron el cinturón de un paracaídas y desarrollaron una serie de ejercicios utilizando el peso corporal.

Aunque nació con vocación de entrenamiento militar, el TRX ha acabado incorporado a numerosas rutinas. Además, la amplia variedad de ejercicios que permite hace que esté indicado también para personas de mayor edad, que pueden moverse con libertad y sin miedo a caerse.

Los ejercicios que no deberían faltarte si quieres trabajar el cuerpo completo

Las sentadillas con TRX. Te ayudarán a trabajar el tren inferior. Incluso puedes hacer una variación y meter en tu rutina las zancadas.

Face pull. Con este ejercicio trabajarás la parte dorsal. Aprovecharás la tracción de tu cuerpo y puedes aumentar la dificultad inclinándote hacia atrás. Cuanta más inclinación haya, más trabajo te costará realizarlo.

Fondos de pectoral en TRX. Para conseguir un pecho de acero, incluye este ejercicio en tu rutina. Cuanto más te inclines hacia adelante, más intensidad le darás al ejercicio.

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