Los expertos creen que la muerte de los niños no fue causada por un acto de violencia, sino por mutaciones genéticas raras.

Decenas de científicos destacados están solicitando la liberación de una mujer, conocida como ‘la peor asesina en serie de Australia’, argumentando que los nuevos descubrimientos en genética pueden probar su inocencia y explicar la muerte de sus hijos por causas naturales.

Noventa expertos médicos, incluidos dos premios Nobel, se han unido al pedido exigiendo la exculpación de Kathleen Folbigg, encarcelada en 2003 por la muerte de sus hijos Caleb, Patrick, Sarah y Laura, que tenían entre 19 días y 19 meses, en 1989 y 1999. La mujer, que fue condenada a 40 años de prisión, nunca admitió su culpa.

La petición se basa en un estudio que indica que las hijas de Folbigg, Sarah y Laura, tenían una mutación genética: una nueva variante nunca antes reportada en un gen conocido como CALM2, que codifica la calmodulina, una proteína intracelular que se localiza principalmente en el cerebro y el corazón.

«Las mutaciones en este gen son una de las causas más reconocidas de muerte súbita en la infancia y la niñez, tanto en el sueño como en la vigilia», reza el documento.

Además, los registros médicos mostraron que los cuatro bebés padecían una serie de afecciones: Caleb tenía laringomalacia (enfermedad que causa ruido respiratorio), Patrick sufría ataques epilépticos y ceguera, mientras que Sarah y Laura padecían infecciones respiratorias y tomaban medicamentos como antibióticos, paracetamol y pseudoefedrina poco antes de morir. En la autopsia también se descubrió que Laura tenía miocarditis.

«La miocarditis, medicamentos como la pseudoefedrina y la fiebre son desencadenantes bien establecidos de arritmia en niños con una susceptibilidad genética, como la mutación probablemente patógena CALM2″, indicaron los autores de la solicitud.

Carola Vinuesa, profesora de la Universidad Nacional de Australia y una de las signatarias del escrito, explicó esta semana en The Conversation que, al reanalizar los genomas de los Folbigg, los investigadores recientemente encontraron que Caleb y Patrick tenían «dos variantes diferentes, novedosas y raras» en un gen conocido como BSN.

Los experimentos en ratones han demostrado que los defectos en este gen provocan el desarrollo de epilepsia letal, donde los roedores mueren a edad temprana durante ataques epilépticos. Los científicos ahora están llevando a cabo investigaciones adicionales sobre las variantes encontradas en los hermanos Folbigg y sus posibles implicaciones en la salud, afirmó Vinuesa.

Un caso «totalmente circunstancial»

Los partidarios de la iniciativa insisten en que los cargos contra Folbigg están basados solo en la interpretación del tribunal de las anotaciones de su diario personal y en la proposición «de que la probabilidad de que cuatro niños en una familia mueran por causas naturales es tan improbable que es prácticamente imposible«. Además, enfatizan que no hubo evidencia física que indicara que la madre había matado a los menores.

Ante estos argumentos, consideran que el Gobierno «no debe tener ninguna duda» de que el caso contra la mujer es «totalmente circunstancial» y que los últimos 18 años que ha pasado tras las rejas son «consecuencia de un error judicial».

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