Se trata de un anillo que el ’10’ recibió de regalo cuando fue nombrado presidente honorario del club Dinamo Brest, en Bielorrusia.

Tras la muerte del ídolo futbolístico argentino Diego Maradona, se suscitaron una serie de conflictos familiares por los bienes que dejó, ahora centrado en la presunta desaparición de una joya valorada en 300.000 dólares, según informó el periódico deportivo Olé

Mientras la disputa por esa jugosa herencia se tensiona día a día, Gianinna Maradona, una de las hijas del recordado ‘Pelusa’ aseguró que su vida corría peligro porque le reclaman la supuesta tenencia del anillo que su papá recibió como regalo en 2018, cuando fue nombrado presidente honorario del club Dinamo Brest, en Bielorrusia.

Mientras el anillo no aparece, tomó protagonismo la figura del abogado Mauro Baudry, representante de Diego Fernando, el hijo que tuvo Maradona con Verónica Ojeda y actual pareja del letrado. Según denunció el jurista, Gianinna Maradona fue quien se quedó con el lujoso accesorio y la acusó de negarse a inventariarlo para que forme parte del reparto de la herencia.

Esto ha sido negado por Gianinna, quien alertó que por este tema corre peligro su vida. «Si me matan buscando un anillo que no tengo son todos cómplices«, escribió en su cuenta de Twitter la segunda hija de Diego.

«Tengo el chat de Monona —la cocinera del exfutbolista— diciéndome a quién se lo entregó en mano, y tengo la filmación de Maxi Camargo —asistente— poniéndoselo en el auto a una de las hijas«, señaló Baudry en una entrevista con el canal América. Y ante la consulta de los periodistas, ratificó que se trata de Gianinna. 

Sale a la luz la última grabación de Maradona antes de morir (VIDEO)

Por su parte, el abogado Mauricio D’Alessandro, defensor del abogado de Maradona, Matías Morla, quien despierta recelos en las hermanas Dalma y Gianinna Maradona, puso en duda el valor que le adjudican al anillo de origen bielorruso. 

Maradona falleció a los 60 años el 25 de noviembre de 2020, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés, de Tigre, en las afueras de Buenos Aires. Dos semanas antes, había dejado la Clínica Olivos, donde fue sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro, para continuar su recuperación en el domicilio.

Luego de la muerte del excampeón mundial, se inició una investigación  para determinar si hubo mala práxis médica, ya que se sospecha que  la muerte del exentrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata se podría haber evitado. De hecho, el doctor Leopoldo Luque, quien intervino quirúrgicamente a Diego, está siendo investigado por presunto homicidio culposo.