La segunda ola de coronavirus se ensañó con una Europa que busca acelerar contra reloj sus campañas de vacunación. Mientras tanto, los dirigentes del fútbol tratan de que la maquinaria no se detenga, pero cada vez aparecen más obstáculos. Sobre todo en Gran Bretaña, donde hay un constante crecimiento de casos y empiezan a aparecer pedidos para que la Premier League frene al menos por unos días la actividad. En medio de este escenario, este miércoles por la tarde se conoció la noticia de la suspensión del encuentro entre Tottenham y Fulham por el brote de casos en el equipo visitante.

La situación, que estaba dentro de las posibilidades desde este martes, cuando se supo la noticia de los contagios en el Fulham, despertó la bronca en José Mourinho, disgustado por las indefiniciones sobre el tema.

Como es habitual, el entrenador del Tottenham eligió canalizar su bronca a través de una ironía, con un posteo en Instagram: «A una hora del partido, no sabemos si se jugará. Mejor liga del mundo», disparó el portugués.

El derbi londinense, correspondiente a la 16ª fecha del campeonato inglés, fue aplazado a tres horas de su inicio porque el Fulham sufrió «un aumento significativo de casos positivos en covid-19, así como un cierto número de jugadores con síntomas», según el comunicado de la Premier League.

Se trata del tercer partido aplazado esta temporada en Inglaterra tras el Newcastle-Aston Villa a comienzos de diciembre y el Everton-Manchester City el lunes.