Las fuerzas rusas siguen su ofensiva en diferentes direcciones del frente, liberando nuevas localidades, en medio de las discusiones sobre el plan de paz de Donald Trump con el que pretende poner fin al conflicto ucraniano.

El Ejército ruso lanzó la noche del lunes al martes un ataque masivo con armas de alta precisión de largo alcance —basadas en tierra, mar y aire— contra empresas del complejo militar-industrial de Ucrania, así como instalaciones de la infraestructura energética que garantizaban su funcionamiento. Este ataque fue llevado a cabo en respuesta a los atentados terroristas ucranianos contra instalaciones civiles en Rusia. Además, las tropas rusas liberaron de las fuerzas ucranianas la localidad de Ivanopolie, en la República Popular de Donetsk.

Mientras tanto, Washington sigue promoviendo su plan de paz, presionando a Ucrania para que acepte la propuesta. El pasado viernes, Trump anunció que Zelenski tenía hasta el jueves, 27 de noviembre, para aprobar su plan.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Rusia aún no ha recibido la versión oficial del plan estadounidense. «Tenemos canales de comunicación con nuestros colegas estadounidenses, que se están utilizando, y esperamos de ellos la versión que consideren provisional desde el punto de vista de la finalización de la fase de coordinación de este texto con los europeos y los ucranianos», declaró Lavrov, agregando que Moscú actuará después de familiarizarse con este documento y comprender si en él está presente «el espíritu y la letra de Anchorage».