Tamara Vila


Tamara Vila


La postura de la foca, también conocida como Bhujangasana, es una flexión hacia atrás que te ayuda a fortalecer los músculos de la espalda a la vez que mejora drásticamente la movilidad y la flexibilidad de la columna, contribuyendo a mejorar la silueta. Cosas estupendas a los 50. Además, provoca una poderosa sensación de apertura del corazón que cultiva el coraje y la vitalidad.

Esta postura proporciona una fuerte compresión terapéutica para las vértebras, promoviendo la salud de los discos y la resiliencia de la columna. Abre el pecho y los hombros, contrarrestando la inclinación hacia adelante de la vida moderna, y estimula los órganos abdominales. Como flexión hacia atrás profunda, se sabe que energiza el cuerpo y puede ayudar a aliviar sentimientos de tristeza o letargo al invitar a la vulnerabilidad y a una poderosa apertura del corazón.

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Cómo hacer la postura de la foca (Bhujangasana)

Para empezar a hacer la postura de la foca, comienza boca abajo sobre la colchoneta. Apoya las palmas de las manos en el suelo, justo debajo de los hombros. Ahora presiona con las manos para estirar los brazos, levantando el pecho, el abdomen y las costillas inferiores de la colchoneta.

Mantén las piernas activas y la parte superior de los pies presionando contra el suelo. Esto crea un arco fuerte y elevador en la espalda, que trabaja toda la columna vertebral. Aguanta en Bhujangasana de uno a dos minutos y practícala un par de veces por semana para fortalecer la espalda y cultivar una sensación de apertura sin miedo. Contrarresta siempre la postura con una suave flexión hacia adelante, como la postura del niño.

Consejos y variantes para hacer la postura de la foca

Explora cómo te sientes al separar y juntar las piernas. Observa cómo la posición de las piernas afecta las sensaciones en la columna vertebral y el sacro. Para un estiramiento más profundo, flexiona las rodillas y aumenta la longitud de la zona lumbar. Si sientes una compresión incómoda en el pubis durante la postura de la foca, coloca una manta doblada debajo.

La postura de la foca está abierta a variantes para hacerla más fácil o complicarla, según gustos y capacidades. Una de las variaciones es hacer Bhujangasana con apoyo. Para inducir a una relajación más profunda, coloca un cojín, una almohada o una manta enrollada debajo del pecho. Esto puede aliviar la presión en las muñecas y, al mismo tiempo, permitir que la columna vertebral se comprima y se libere.

Otra excelente posibilidad es hacer la postura de la foca sentada, una de las favoritas a los 50 y en adelante. Proporciona un excelente estiramiento de la columna vertebral, los hombros, el cuello y los brazos, promueve una buena circulación y tonifica el core. Adopta la postura del héroe sentándote sobre los talones. Exhala y lleva los brazos a la espalda, entrelazando los dedos.


Mujer a punto de empezar a practicar yoga.


UNPLASH


Separa los hombros y aprieta los omóplatos, empujando el pecho hacia afuera. Inhala profundamente y eleva el pecho hacia el techo, formando un arco. Manteniendo el pecho abierto, exhala y flexiona las caderas, bajando la frente hasta el suelo. Levanta los brazos lo más alto posible, procurando mantener las palmas de las manos juntas.

Inhala mientras levantas las caderas, rodando sobre la coronilla. Extiende los brazos hacia adelante y mantén los dedos entrelazados, separando las palmas. Respira profundamente y mantén esta posición de 2 a 6 respiraciones. Concéntrate en respirar con el abdomen y el pecho, expandiendo los pulmones. Para salir de la postura, baja las caderas hacia los talones con la frente apoyada en el suelo. Inhala mientras regresas a la posición sentada sobre los talones, asegurándote de que los omóplatos permanezcan juntos.

Beneficios de hacer la postura de la foca a los 50

La postura de la foca restaura la curvatura natural de la columna lumbar. Es fantástica para quienes pasan el día sentadas en un escritorio con la columna encorvada. Igualmente, estira suavemente la parte frontal del cuerpo, proporcionando una ligera contracción y masaje a los órganos internos. Genial para mejorar silueta a los 50.

Si te has lesionado la articulación sacroilíaca o la columna lumbar, ten cuidado con esta postura. Es posible que aún puedas acceder a ella con el uso de accesorios. Sin embargo, si sientes dolores punzantes o una sensación de pinchazo en la columna, es mejor no realizar esta asana.

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