Salamba Sirsasana es una de las posturas de yoga que más respeto infunde. Es esa Asana en la que te sostienes sobre la cabeza. Pero con el instructor y las instrucciones adecuadas se pierde el miedo y se disfruta de esta forma de yoga tan espectacular con seguridad, equilibrio y sin riesgo ninguno. ¿Te apuntas?
¿Flexiones de espalda? No hay problema. ¿El pino? ¡Adelante! ¿Splits? Claro, es un buen reto… ¿Y qué tal sostenerte con la cabeza en posición invertida? Eso sin duda produce bastante más respeto. Aparentemente, no es para cualquiera y el miedo se puede apoderar de cualquiera que observe esa posición tan espectacular. Es natural pensar en hacerte daño.
Sin embargo, y como tantas cosas en el fitness y en el yoga, muchas veces todo esto es cuestión únicamente de práctica. Una forma de evolucionar es a través de lo que algunas practicantes llaman como el método de las cinco etapas. Es una forma de ir ganando confianza progresivamente aumentando el desafío hasta llegar al momento culminante en el que efectivamente te sostengas con soltura sobre la cabeza.
La preparación
Pero antes de empezar con las etapas, hay que hacer una buena preparación. Desde la postura del niño, extiende los brazos hacia adelante y entrelaza los dedos. Intenta formar un triángulo con los antebrazos y las manos. La base no debe ser más ancha que tus hombros. Coloca la parte superior de la cabeza en el centro del triángulo en el suelo.
La parte posterior de la cabeza debe apoyarse contra las palmas de las manos ahuecadas. Presiona con los antebrazos y los laterales de las muñecas y las manos. Mete los dedos de los pies hacia abajo y mueve las piernas hacia adelante, cerca de la cara, hasta que las caderas queden por encima de los hombros. Ya estás lista.
Etapa 1
En la posición relatada anteriormente, sigue presionando con los antebrazos. Comprueba que los hombros no se hundan y que el abdomen esté contraído. El cuello debe estar estirado. Lleva una rodilla al pecho y luego la otra. Si te resulta demasiado difícil, mantén una rodilla en el pecho hasta que encuentres el equilibrio para subir ambas rodillas.
Etapa 2
Lleva ambas rodillas (aún flexionadas) paralelas al suelo. Tu abdomen está muy contraído. Una advertencia: tus caderas se moverán ligeramente hacia atrás para adaptarse a esta transición. No te preocupes, es solo una fase dentro del proceso. Mantén la fe y para sí te sientes insegura. Pero procura volver a ella para seguir evolucionando. Lo harás.
Etapa 3
Levanta las rodillas (con estas aún flexionadas). Esto también significa volver a colocar las caderas en una posición central. Para construir una estructura sólida, deben estar alineadas por encima de los hombros. Mantener los abdominales contraídos te ayudará a realizar esta transición con control. No te olvides de hacerlo.
Etapa 4
Extiende las piernas hacia arriba y apriétalas como si tuvieras un bloque entre ellas. Esto te ayudará a mantener la estabilidad. Comprueba tu alineación: ahora los tobillos deben estar por encima de las rodillas, que a su vez deben estar por encima de las caderas, que a su vez deben estar por encima de los hombros. ¡Felicidades! ¡Estás sostenida por la cabeza en posición invertida! Sigue respirando…
Mujer con un look deportivo.
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Consejos importantes
Progresa por etapas. Cuando puedas completar una etapa cómodamente durante al menos un minuto, pasa a la siguiente. Como muchas cosas en la vida, no hay atajos para la posición invertida sostenida por la cabeza. Así que nada de saltarse pasos. Necesitas esforzarte desarrollando gradualmente la memoria y la fuerza muscular.
Comprueba que tu abdomen esté contraído durante todo el proceso. Esto te ayudará a encontrar y mantener la estabilidad. Asegúrate todo el rato de que tus hombros no se colapsen y que tus antebrazos presionen hacia abajo. Casi no debería haber peso sobre la cabeza ni el cuello. Y aprende a caerte. No hay que avergonzarse por caerse, siempre que lo hagas de forma segura. Además, al igual que en la escalada, aprender a caerse elimina el miedo.












