Aunque las temperaturas estén empezando a bajar y nuestra mente esté más en escapadas rurales de otoño que en destinos de playa, estos últimos tienen un encanto atemporal que hace que cualquier momento del año sea bueno para disfrutar de unos días de desacanso justo al mar. La tranquildad y la paz que se respira en estos lugares no son patrimonio exclusivo del verano, y es que siempre es un regalo para el cuerpo y la mente el poder escaparse a pueblos con encanto en los que el mar goce de un papel protagonista.
Este es el caso de Sancti Petri, un poblado pesquero ubicado en el municipio de Chiclana de la Frontera, en Cádiz. Aquí la tradición, la historia y su enclave privilegiado consiguen crear un entorno único que es perfecto para visitar en verano, pero también para volver a saborear el buen gusto de las vacaciones en un descanso una vez entrados en la rutina.
La historia de Sancti Petri se remonta a la época de los fenicios, quienes levantaron el templo de Melkart, dios del comercio. Posteriormente, durante la presencia romana en la zona, se construyó en ese mismo lugar el Templo de Hércules Gaditano. Aunque ya no queda en pie ninguna de estas dos construcciones, el espacio alberga en la actualidad uno de los edificios más icónicos de Sancti Petri: su castillo.
Pero si hay algo que ha marcado la historia y el carácter de Sancti Petri es su tradición pesquera centrada en el atún. Nos remontamos a mediados del siglo XX, cuando la región se convierte en el epicentro de la almadraba y en hogar de pescadores del atún que se instalaron aquí y que convirtieron esta región en un poblado pesquero con viviendas, iglesia, escuela e incluso un cine.
Sin embargo, en los años 70 del siglo pasado la pesca del atún entró en declive y los más de 2000 trabajadores que llegaron a Sancti Petri se marcharon del lugar en busca de un futuro más próspero. El poblado quedó deshabitado y cayó en manos del Ministerio de Defensa. Pero la historia y la tradición pesquera de Sancti Petri es tan potente que no tardaron en rehabilitar el pueblo y convertirlo en el encantador reclamo turístico que es hoy.
Vista aérea del antiguo poblado de Sancti Petri
Jorge Carmona

Qué ver en Sancti Petri
Si visitas Sancti Petri, uno de los lugares que no puedes dejar de visitar es su castillo, la construcción más icónica de la región, que se ubica en el lugar en el que, según la tradición, estuvieron antes los santuarios dedicados a Melkart y Hércules. Data del siglo XVII y su naturaleza es defensiva, pues se ubicó en la misma entrada del caño de Sancti Petri, próxima a las construcciones defensivas de la Punta del Boquerón y frente a las costas de Chiclana de la Frontera y San Fernando, una posición a todos los efectos estratégica.
La parte más antigua del castillo es la torre-atalaya, mientras que otras partes como la muralla o el interior del edificio ya datan del siglo XVIII. Durante muchos años este castillo estuvo en ruinas, pero con afán de volver a poner de manifiesto todo el valor patrimonial de Sancti Petri, se restauró y ahora es uno de esos enclaves imprescindibles del islote.
Vistas al Castillo de Sancti Petri
Mourad Charfaoui.

Pero si hablamos del Castillo de Sancti Petri, no podemos limitarnos a su historia o su la función que desempeñaba antaño, y es que en la actualidad el gran valor del castillo, entre otras cosas, reside en las espectaculares puestas de sol que puedes observarse desde allí. Se ha convertido en uno de esos lugares privilegiados en los que acercarse al caer la tarde para disfrutar de uno de los espectáculos naturales de la provincia de Cádiz.
En tu visita a Sancti Petri bien merece la pena recorrer las calles del que fue un potente pueblo pesquero. Pese a no conservar la actividad y esplendor de la zona a mediados del siglo XX, sí que se ha preservado, en cierto modo, esa esencia marinera tan peculiar que sigue siendo su principal seña de identidad. En tu paseo, fíjate en los murales que evocan este pasado con murales pintados en las fachadas de las casas que le dan un toque de lo más especial y que se complementan a la perfección con el entorno marítimo y las embarcaciones que allí se encuentran.