
Se acabó el reinado absoluto entre los supermedianos de Saúl Canelo Álvarez. El mexicano se encontró con un rival de fuste en la madrugada de este domingo en Las Vegas. Un oponente como Terence Crawford que no sintió la inactividad que arrastraba ni el ascenso de dos categorías y que lo venció de manera categórica, por puntos, en fallo unánime, para adueñarse de las cuatro coronas de la categoría.
El invicto Crawford, un boxeador de elite nacido en Omaha (Nebraska) hace casi 38 años, se convirtió así en el primer boxeador de la historia en ser campeón indiscutido de tres divisiones distintas.
Fue campeón ligero de la Organización Mundial de Boxeo y luego fue monarca indiscutido de las divisiones superligero y wélter. Ese desempeño lo convirtió en el primer boxeador en la historia en unificar los cuatro títulos en dos divisiones y lo llevó a instalarse en el podio de los mejores libra por libra junto al japonés Naoya Inoue y el ucraniano Oleksandr Usyk, quienes consiguieron luego ese mismo récord.
Su última pelea había sido en agosto de 2024 en la división superwélter, cuando derrotó por puntos y en una ajustada decisión unánime al uzbeko Israil Madrimov.
Esta noche, estaba previsto que Crawford se llevará una nada despreciable bolsa de alrededor de 50 millones de dólares. Sin embargo, más allá de la suculenta suma de dinero, el experimentado estadounidense se quedará con la agradable sensación de haber obtenido un resultado resonante no solo para la categoría supermedianos, sino para el boxeo mundial.
«Canelo es un gran campeón. Es un competidor muy fuerte, lo respeto mucho», dijo el de Nebraska luego de su impresionante triunfo.
Canelo, por su parte, venía de una polémica presentación en Riad ante el cubano William Scull, a quien venció hace poco de cuatro meses con gran holgura en las tarjetas, y pretendía dejar otra imagen en Las Vegas. Pero Crawford no lo dejó. El tapatío, nunca pudo tomar las riendas del combate y terminó perdiendo sin atenuantes.
Tras una actuación muy floja del mexicano sobre el ring del Allegiant Stadium, los jueces dieron el triunfo al estadounidense con dos tarjetas de 115-113 y otra de 116-112.
“Una derrota no me define. Al estar aquí yo ya gané, porque tengo mi familia, en lo profesional hice muchas cosas y entrené muy bien. Mis respetos para Crawford. Aquí estoy para tomar riesgos, vine a la vida para eso y aquí seguiré”, manifestó Canelo luego de conocer el resultado de la contienda.
El mexicano de 35 años quedó con un palmarés de 63 victorias (39 nocauts), dos empates y tres derrotas. Sus anteriores tropiezos fueron en 2013 frente al invicto Floyd Mayweather Jr. y en 2022 ante el ruso Dmitry Bivol, en una pelea en la que ascendió a la categoría mediopesados.
Con movimientos laterales con los que escapó del ataque de su rival, Crawford desconcertó al de Guadalajara, que por breves momentos hizo daño con su recto de derecha, pero recibió mucho castigo. Después de casi dos minutos de baile, hubo algunos tímidos intercambios en el primer asalto, sin ventaja para ninguno.
En el segundo, el mexicano salió a proponer y llevó la iniciativa, aunque hizo poco daño, algo parecido al tercer asalto en el que Crawford encontró un buen golpe de repuesta que hizo impacto en la anatomía del mexicano.
A partir de ahí, Crawford insistió con el ‘jab’ y se cuidó de la potente derecha de Álvarez, que terminó el episodio con inflamación en un ojo.
El estadounidense llegó a la mitad con ventaja después de pegar los mejores golpes en el sexto asalto. Desesperado, ‘Canelo’ atacó, aunque recibió buenos impactos zurdos de Terence, con una admirable defensa después de dañar con el jab.
En el octavo el mexicano tuvo una ligera mejoría, pero en el noveno, otra vez Crawford tuvo la iniciativa en el centro del ring e hizo fallar al mexicano, parado sin tirar golpes en gran parte del ‘round’.
En el undécimo asalto, el monarca de los súper medianos salió a forzar el pleito, pero se encontró con un oponente con excelente preparación física y buenos contragolpes, lo cual le impidió emparejar la acciones.