La tercera fue la vencida para Inter Miami, que luego de dos derrotas ante Orlando City en el denominado ‘Clásico del Sol’ esta temporada se tomó revancha y festejó en el partido que más importaba. El equipo liderado por Lionel Messi, que contó justamente con el regreso de su capitán tras una recaída en una lesión muscular, lo dio vuelta con un doblete del crack argentino en el Chase Stadium, ganó 3-1 y es finalista de la Leagues Cup. El próximo domingo -con rival a definir entre LA Galaxy y Seattle Sounders– irá por el tercer título de su historia y el número 47 de la ‘Pulga’, el más ganador de la historia.

Recuperado a medias de la lesión muscular sufrida en la pierna derecha, Messi fue titular y volvió a sumar minutos tras perderse el duelo de cuartos de final ante Tigres y el choque por la Major League Soccer del sábado pasado ante DC United. Sin embargo, aunque se mostró participativo y entró constantemente en juego, no pudo marcar diferencia en el primer tiempo. Le doblaron la marca y lo anularon durante esa etapa inicial.

«Quería estar. No me sentí del todo cómodo cuando volví contra el Galaxy, pero quería estar en este partido porque era un rival complicado que nos había ganado los dos partidos. El primer tiempo estaba con un poquito de miedo, pero en el segundo me solté un poquito más», contó el 10.

Los primeros 45 minutos fueron de ida y vuelta. Inter Miami buscó dominar a partir de la posesión, lo que es habitual, pero se encontró con un rival dispuesto a pelearle la pelota y hubo situaciones de riesgo para ambos. Rodrigo De Paul, una de las figuras durante la primera parte, llegó dos veces hasta posición de gol y también Luis Suárez tuvo una remate que se fue apenas desviado. Del otro lado, el colombiano Iván Angulo desperdició un mano a mano y Oscar Ustari tuvo las atajadas de casi todos los partidos.

El cero se mantenía en el marcador hasta que en la última jugada apareció Marco Pasalic para aprovechar un despeje fallido de Maximiliano Falcón y un posterior rebote en el defensor uruguayo que le sirvió el gol en bandeja. Y el croata ajustició a Ustari.

En el complemento se vio otro partido. Conforme con la ventaja parcial, Orlando City retrocedió varios metros y se refugió en su propio campo. Ahí fue cuando Inter Miami se adueño definitivamente de la pelota y comenzó a surgir la figura de Messi.

De todos modos, le costó al equipo rosa generar peligro. La defensa cerrada de su rival fue un verdadero obstáculo. Hasta que a los 29 minutos de esa segunda parte David Brekalo perdió la posición dentro del área con Tadeo Allende y agarró de la camiseta al ex Godoy Cruz. Doble amarilla, expulsión y penal que cambió la historia de este atractivo encuentro.

Messi tomó la pelota y, sin dejar nunca de mirar a la cara al arquero peruano Pedro Gallese, marcó desde los doce pasos el 1-1.

Fue muy caro el error de Brekalo, que vio desde el vestuario como Inter Miami se venía y su equipo sufría el partido esperando por los penales. Pero los penales nunca iban a llegar.

Allende se acercó al gol con un cabezazo que no llegó a conectar bien, luego Jordi Alba tuvo un remate en el palo y finalmente apareció Messi, otra vez, para entrar a puro toque dentro del área y fusilar a Gallese con un potente remate cruzado. Y salió enloquecido a abrazarse con los suplentes cuando se moría el partido.

Luego, Telasco Segovia, ingresado en el segundo tiempo, se aprovechó de un rival golpeado y de su propia frescura para liquidar la historia. Así ganó Inter Miami, que jugará su segunda final de Leagues Cup en los últimos tres años.