

Marcelo Gallardo tuvo una noche difícil. Alcanzaba con ver sus gestos de preocupación y disconformidad a pasitos de la línea de cal del Monumental para entender que padeció el muy flojo partido de River contra Libertad de Paraguay. Es que el trámite se complicó mucho más de lo esperado y después del 1-1 en los 90 minutos, que culminó con diez hombres por la roja que vio Giuliano Galoppo, necesitó de los penales para meterse en los cuartos de final de la ansiada Copa Libertadores, donde lo espera el todopoderoso Palmeiras de Brasil.
Por eso se entendía el rostro de alivio apenas comenzó la conferencia de prensa. No sólo por meterse otra vez entre los ocho mejores del continente, sino porque además cortó el maleficio de las series desde los doce pasos. Eran ocho consecutivas para él y ocho consecutivas para el Millonario -tres correspondía a la era Demichelis-.
«La gente contagió, se puso a ayudar al equipo en ese momento y el Flaco (por Franco Armani) terminó atajando el penal decisivo, y bueno, una vez para este lado no estaba mal. ¿Para no tener que sufrir? En algunos momentos hay que sufrir. ¿Y si era la noche para sufrir y terminar como terminamos? Bienvenida sea esta noche sufrida. Ahora tenemos que recuperar la mayor cantidad de jugadores y buscar la regularidad futbolística que todos queremos», arrancó el Muñeco.
Parecía que todo venía bien. Hasta que un periodista lo incomodó con la segunda pregunta. «No lo perdimos, si eso esperabas, no lo perdimos», le dijo luego de fastidiarse al entender que el trabajador de prensa lo había consultado sobre un tema que acababa de contestar.
Chau Muñeco, buenas noches 🤩👋🏻 pic.twitter.com/3uzddTJkpy
— Pasión Monumental (@pmonumental) August 22, 2025
Y siguió: «La noche era oscura para nosotros, así que estoy contento de pasar esta noche que no venía bien, sobre todo en el segundo tiempo. Voy a disfrutar de esta noche, porque cuando no jugás bien y viene mal parida la cosa, hoy cayó la moneda para este lado y no está mal que eso pase», completó el DT antes de dar súbitamente por concluido el encuentro con los acreditados.
No hubo margen para una tercera pregunta. «Me voy a disfrutar de esta noche», repitió Gallardo, que se fue contento por el resultado, pero seguramente muy preocupado porque no termina de encontrar un equipo confiable, que fluctúa mucho en su funcionamiento. Ahora tiene tiempo para trabajar. Aunque Palmeiras asoma como un rival de mucha mayor jerarquía que un Libertad humilde que lo tuvo contra las cuerdas.








